Capítulo 27.

9.1K 995 446
                                    



Oliver.

─No... Me... Jodas.

Observé a Nicholas con sus amigos, tenía en las manos unas llaves y apoyaba la mano en el capó de un vehículo rojo no muy moderno, pero con un impecable estilo vintage. Estaba descuidado, con un par de arreglos, esa máquina quedaría en perfecto estado.

Jimmy entre los fanfarrones, me vio asustado cuando nuestras miradas se encontraron. Apenas le sonreí, mi prioridad era acercarme a Nicholas, él no me había comentado nada acerca de su auto, más creí prudente permanecer distanciado por las apariencias. Le envié un mensaje a su teléfono.

"Te veo en los baños en el receso"

Alzó la mirada con una sonrisa, encontrándose con una mía de vuelta.

─ ¿Y ese auto?

─Es mi regalo de cumpleaños.

─ ¿Es tu cumpleaños?─ pregunté con el ceño fruncido, sentándome en el lavamanos─. No me lo dijiste.

─Es dentro de un par de días, pero ya no podía esperar. Mi madre me ayudó a pagarlo.

─Pues es genial. ¿Sabes conducir cierto?─ No contestó, estaba cruzado de brazos─. ¿Quién va a enseñarte? ¿Tienes licencia al menos?

─No lo sé, pensaba pedirle al padre Reynolds que me enseñara a conducir.

─Puedo enseñarte yo─ Se me acercó, depositando un beso en mi frente─. Oh, eso me gustó.

Rió, volviendo a besar mi frente, sujetándome por las mejillas, besando todo mi rostro después. La necesidad me ganó, le sostuve por la nuca, atrayéndole hacia mí para besarle los labios por fin. Su perfume me hizo suspirar.

─ ¿Cuándo podrás enseñarme?

─No lo sé, debo revisar mi agenda─ Murmuré juguetón sobre sus labios, rodó los ojos─. ¿Qué tal hoy?

─Genial.

Le mordí el labio suavemente, a lo que lamió mi mejilla y le di una cachetada suavemente.

─Joder, Nicholas. No sé qué decirte.

─ ¿De qué hablas?

Repentinamente sentía la necesidad de decirle cuánto me encantaba. Quizás más allá de lo sexual, ese cabrón había conseguido gustarme en un periodo de tiempo mínimo.

─Me encantas, Nick.

Intentó reprimir la sonrisa, pero las comisuras de sus labios se alzaron mientras se mordía el labio inferior. Le sacudí el cabello, me encantaban sus mechas desordenadas.

─Tú me encantas, Oliver.

─ ¿He mencionado que amo cuando dices mi nombre?

─Mhh, tal vez, Oliver─ Sus labios se posaron en mi mejilla una vez más─. Realmente eres de otro mundo.

─Exageras─ rodé los ojos─. Dices lo que dices porque estás caliente.

─Y sigo sin saber cómo alguien tan soberbio como tú puede tener tan baja autoestima.

Solté un bufido. No era baja autoestima, era la verdad, cuando encontrase a alguien mejor lo entendería. Aún así no estaba de humor para discutir respecto a eso, lo sabría en algún momento, el tiempo me daría la razón.

Aunque dentro de mí esperaba estar equivocado.

─Deberíamos ir a la ruta a practicar. Ahí no chocarás ni herirás a nadie.

Entrenando al Baby Boy.Where stories live. Discover now