Epílogo: África.

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-¡Quiero el divorcio!- Grito apenado

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-¡Quiero el divorcio!- Grito apenado.

-Miles, ya te dije que lo siento, estaba ocupada en el hospital y lo olvidé.- Responde Eleonor restándole importancia.

-¡Siempre dices lo mismo! Es nuestro décimo aniversario y no te acordaste, no es la primera vez que pasa.

-Miles.- Me advierte.- No alces la voz, los niños te van a escuchar.- Miro hacia donde están jugando y me calmo un poco.- Vamos, te voy a comprar la caña de pescar que tanto quieres aunque siempre te da pena usarla. 

Estoy a punto de contestar cuando el sonido de la puerta me interrumpe.

-¡Papá, mamá, Ely dice que papá Noel no existe!- Entra llorando mi hijo.

-Es la verdad.- Se justifica la pequeña.- Papá Noel es solo una invención de los padres para que sus hijos se porten bien y puedan justificar sus regalos mediocres. Es lo mismo con el ratón Pérez.- Agrega.

-¡Ely! No le digas esas cosas a tu hermano.- Le regaña Eleonor. Ahora se dirige a Liam.- No le hagas caso, es una amargada.

-¡Amargada, amargada!- Repite él.

-Niños, vayan a lavarse las manos para almorzar, Mamá y yo vamos a poner la mesa.- Les digo, ellos obedecen y me quedo solo con Eleonor en la cocina.

-No puedo creer que nuestra hija sea tan parecida a ti, Miles Caulfield. No solo es igual a ti físicamente, sino también en lo amargado.

-No te quejes, Liam es casi como tú.- Eleonor asiente dándome la razón y servimos la comida que yo hice pues ella nunca aprendió a cocinar bien.

Nos sentamos todos en la mesa y Ely levanta la mano.

-Mamá, el tío Thomas dice que papá antes no tenía emociones, ¿es eso cierto?

Eleonor me mira enojada, luego va a matar a Thomas.

-Es cierto hija.- Le respondo después de pensar en mis palabras.- Antes no podía sentir pero gracias a la paciencia de tu madre ahora sí lo hago.

-¿Y qué sientes ahora?- Pregunta.

-Mmm, ahora me siento feliz de estar con ustedes, son lo que más amo en este mundo.

-¡Nosotros también!- Gritan los tres al unísono y nos abrazamos. Después de unos segundos el sonido del teléfono nos obliga a separarnos y Eleonor lo contesta.

-Es del hospital, han ingresado a alguien por anemia, ya vuelvo.- Dice mientras alista sus cosas. Después de casarnos decidimos acompañar a Thomas y nos mudamos a África, ahora trabajamos en un hospital de la zona. Por los niños nos turnamos en los horarios y hoy me toca quedarme con ellos. 

-Que te vaya bien.- Le digo cuando está a punto de irse.- Ve con cuidado, te amo.

-Yo también, para el próximo aniversario te prometo que sí me acuerdo.

-Está bien, te creo.- Respondo. Eleonor me da un rápido beso y se sube en la bicicleta con dirección al hospital. Ya la extraño. Aunque ya hayamos pasado más de diez años juntos, el amor que siento por ella ha ido creciendo cada vez más. Aprendo cada día de ella y vivimos aventuras juntos, es mi complemento perfecto. 

Unos jalones a mi pantalón me sacan de mis pensamientos.

-Papá, Ely no quiere cambiar al canal de los dibujos. Lo que ve ella es aburrido y no entiendo nada.- Dice Liam.

Lo alzo en mis brazos y nos dirigimos a la sala. Se pelean un poco por el control y luego Ely termina cediendo ante su hermano. Los observo mirando juntos la televisión y no puedo sentirme más agradecido, Eleonor no solo me ayudó a superar mi alexitimia sino formó conmigo un hogar. No necesito nada más.

***

Bueno llegamos al final de Alexitimia, gracias por llegar hasta aquí y leer esta historia

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Bueno llegamos al final de Alexitimia, gracias por llegar hasta aquí y leer esta historia. Les agradezco por su apoyo, sus comentarios y votos, no saben cuánto me animan a seguir escribiendo.

Acabo de publicar mi segunda historia llamada EXTRAordinario así que espero que me puedan seguir apoyando leyéndola.

Con amor,

~bananatoxica

Alexitimia Where stories live. Discover now