Capítulo 22: ¿Celos?

4.2K 607 460
                                    

Conozco a Andrew desde que yo tenía unos seis años

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Conozco a Andrew desde que yo tenía unos seis años. Cuando llegué a Northville con mi abuela, él supo consolar el dolor que sentía por la reciente pérdida de mis padres. A veces no teníamos absolutamente nada para comer pero él conseguía aunque sea un pan para darnos. Mientras mi abuela estaba ocupada trabajando, jugábamos en la playa por horas. Sabía reconocer cuando me sentía triste y se esforzaba por hacerme reír aunque yo lo alejara.

Fue nuestro apoyo por varios años, fuimos nuestro primer beso, mi compañero de juegos y confidente, nos defendimos mutuamente. Lo amé muchísimo. Pero como todos en mi vida, él también me abandonó. Su familia se mudó de ciudad de un momento a otro, no me avisó o se despidió. Todos los días pasaba por su casa esperando que volviera, nunca lo hizo. 

Después de varios años ya había borrado su existencia de mis recuerdos hasta que lo encontré en el funeral de mamá Rosa. Al principio no lo reconocí, la última vez que lo vi era un niño bajo y regordete vestido de pullovers y gafas gigantescas, ahora el joven parado frente a mí era un hombre completamente diferente. Tenía una complexión atlética, gran altura y ropa elegante. Cuando me dijo quién era, casi suelto las cenizas de mi abuela, lo único que me hizo creerle fueron esos ojos azules que conocía tan bien. 

Mientras que las demás personas en el velorio murmuraban sobre la vida de mi abuela, su enfermedad y la causa de su muerte, además de mirarme con desaprobación mientras preguntaban si yo era la bastarda que le nació a su hija, Andrew estuvo conmigo todo el tiempo.

Así que me fue fácil sincerarme con él y le conté todo lo que había pasado, sobre Miles, el trato con su padre, de cuánto me gustaba y cuánto sufría por su condición. Él estuvo dispuesto a escucharme y ofrecerme consuelo. Y,  aunque Andrew no podía solucionar todos mis problemas, me consiguió un trabajo y un lugar para dormir. Otra vez me sentía agradecida.

**** 

Termino de enseñarle a Miles cómo usar la cafetera y me tranquilizo porque ahora podré estar a una distancia lejana segura de él. Mi corazón casi se detiene cuando hace unos momentos por casualidad chocamos nuestras manos, si seguía así junto él podría morir de un paro.

-Bueno, declaro este como el final del día laboral. Chico nuevo, buen trabajo, has sido contratado.- Miles asiente como si fuera obvio que eso pasaría y ahora Andrew se dirige a mí.- Eleonor, no te olvides de apagar las luces antes de irte a dormir.

Lo golpeo mentalmente.

-¿Eleonor está quedándose aquí?.- Pregunta Miles rápidamente.

-Eso no te incumbe.- Respondo visiblemente resentida.

-Esperen.- Dice casi gritando Andrew.- ¿Ustedes se conocen? No me digas... ¿Tú eres ese Miles? ¿El de la enfermedad rara que le gusta a Ely? ¡Qué coincidencia!

Miles me mira y yo solo quiero que la tierra me trague.

-¿Es verdad que no puedes sentir nada? ¿Ni siquiera te dan ternura los vídeos de gatitos?

Alexitimia Where stories live. Discover now