Capítulo 14: Northville (Parte II).

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Después de ser perseguido por mi abuela por aproximadamente una hora, Miles puede decir que ha recorrido cada centímetro del sanatorio para esconderse de ella

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Después de ser perseguido por mi abuela por aproximadamente una hora, Miles puede decir que ha recorrido cada centímetro del sanatorio para esconderse de ella. Al principio corría yo también detrás de ellos pero me cansé rápido y decidí esperarlos sentada. Cuando se hace de noche, mi abuela se da por vencida y entra en su habitación. Al ver que ella ya se ha dormido, Miles se acerca a mí y pregunta:

-¿Y nosotros?

Recién pienso en el asunto, no tengo dinero suficiente para alquilar un cuarto de hotel y tampoco quiero gastarlo. Miles tampoco ha traído nada, necesitamos un milagro.  Es por eso que me acerco con mucha pena a hablar con la enfermera del piso y pregunto si hay habitaciones vacías que nos puedan prestar.

-Solo hay una.-Responde de mala gana. Me da la llave y acompaño a Miles hasta ese cuarto.

-Vas a dormir aquí. Esta es la llave.

-¿Y tú?

-Voy a ir con mi abuela.- Le respondo y me dirijo a su habitación, al llegar me encuentro con un pequeño problema: ella ha cerrado la puerta con llave. Doy unos golpes para levantarla pero no funciona, llamo a la enfermera pero ella ya está demasiado molesta como para responderme.

La única opción que me queda es tal vez la que más me aterroriza pero también me emociona. Voy ahora a la habitación donde está Miles y toco la puerta. Pasan unos minutos hasta que por fin abre la puerta, su cabello está mojado y todavía hay algunas gotas que recorren su cuerpo, estaba bañándose. Se acomoda la toalla que le cubre solo los miembros inferiores y me saca de mi estupefacción cuando pregunta:

-¿Qué haces aquí?

-Este...Bueno...- No puedo concentrarme, no con ese cuerpo suyo frente mío.- La cosa es que...- Parece que se me ha olvidado el español. Miles sigue mirándome y los nervios hacen que balbucee rápidamente: -Mi abuela ha cerrado su puerta y no puedo entrar.

-¿Y?¿Qué tiene que ver conmigo?

Suspiro por dentro, odio que no sepa entender indirectas y me haga decirle todo. 

-¿Puedo dormir aquí?

Miles no responde solo encoge los hombros y abre completamente la puerta. Entro cuidadosamente y él vuelve al baño a lavarse los dientes.

-¿De dónde has sacado el cepillo y la crema dental? Pensé que no habías traído nada contigo.

-La enfermera me los ha alcanzado.- Dice como si fuera lo más normal del mundo. A mí casi me asesinó con la mirada por preguntarle qué hora era.  Así somos las mujeres, pienso, cuando vemos un hombre guapo, sea la edad que tengamos, caemos rendidas a sus pies.

Cuando Miles sale del baño yo entro. Salgo después de arreglar mi cabello, maquillarme un poco, echarme perfume, rasurarme todo el cuerpo y otras cosas que me dan vergüenza admitir.

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