|Terminada|
¿Te imaginas un mundo sin sentimientos, uno en donde no puedas amar a tu familia, reír con tus amigos o extrañar a alguien? Suena lamentable, ¿no?
Pues, ese es el tipo de mundo en el que vive Miles.
Él sufre de Alexitimia, eso significa...
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Un algoritmo es una secuencia de instrucciones que representan un modelo de solución para un determinado tipo de problema. Nunca cambia con el tiempo y siempre trae resultados positivos.
Mi vida estaba resuelta con un perfecto algoritmo. Si seguía vivo hasta terminar la universidad, trabajaría como médico en un pequeño hospital, no haría horas extras ni trabajaría fines de semana, no buscaría aumentar de puesto ni ganar más dinero, tendría lo justo y necesario para comprar una casa y probablemente tendría un cactus, me jubilaría a los cincuenta años y esperaría tranquilo mi muerte.
Entonces, Eleonor entró a la fuerza a mi vida. Tal vez pueda sonar absurdo pero encontrar mi departamento con todo en su lugar era reconfortante, esos pequeños inamovibles detalles me daban la seguridad de que nada cambiaría y seguiría con mi plan de vida. Sin embargo, cuando llegué a mi hogar lo primero que noté no fueron las dos personas adentro, sino el gran alborto que había. Todo había cambiado, el lugar de la mesa, la pared, la iluminación, etc; y habían aparecido nuevas cosas en lo que antes había un tranquilizador vacío. Al ver todo eso, empiezo a hiperventilar y mi pulso se acelera, estoy sufriendo un ataque de ansiedad. Los había leído en muchos libros de medicina y conocía su sintomatología, pero no estaba preparado para sufrir uno.
-¿Miles?- Me llama Eleonor- Puedo explicarlo.- Se acerca unos pasos pero yo retrocedo más.
-Por favor, no te acerques. Necesito espacio.- Salgo a la calle y todo se empieza a nublar. Mi mente gira en círculos y siento mareos. Estoy a punto de de desplomarme cuando unos brazos me sostienen.
Eleonor está utilizando todas sus fuerzas para mantenerme de pie.
-Tranquilo, estoy aquí.
A pesar de sus palabras, la presión en el pecho sigue, solo quiero desmayarme. Como todavía no reacciono, ella empieza a cantar:
-Te estoy curando.- Responde segura.- O ¿acaso siguesteniendo el ataque?
Tengo que reconocer que tiene razón, me distraje tanto por la canción y por su horrible voz que me olvidé del casi desmayo.
-Por cierto, ¿estabas sintiendoansiedad?- Extrañamente Eleonor lo dice emocionada.
No quiero admitirlo, no quiero que sepa mis puntos débiles.
-No, solamente necesitaba aire, me estaba sofocando dentro. No soporto los cambios drásticos.- Ella asiente pero todavía no está muy convencida.
-Lo siento por eso, ahora mismo lo saco todo.
Regresamos al departamento y lo observo una vez más. De repente, un pensamiento que estaba tratando de ignorar aparece: Por fin se siente como un hogar, como el que tenía con mi madre.
