Out of the Woods

Capítulo 14

Mandy y yo nos encontrábamos recostadas en los cojines, viendo cómo Bella y Jake traían un par de motocicletas enormes y las colocaban en medio del garaje. Ellos parecían estar en su propio mundo, mi mejor amiga y yo estábamos de adorno.

—Les mandé un mensaje a los chicos —me susurró Mandy en el oído mientras guardaba su teléfono en el bolsillo trasero de su jean azul.

Asentí, prestando un poco de atención a la conversación que estaban teniendo la chica pálida y mi mejor amigo.

— ¿Quil y Embry? —Bella interrumpió lo que Jake le estaba contando—. Son nombres bastantes raros.

Jacob rió entre dientes.

—Quil es el nombre de una prenda usada y creo que Embry consiguió su nombre de una estrella de un culebrón. Pero no se les puede decir nada. Se lo toman mal si mencionas el tema, ¡y se te echan encima después!

Me reí, sabiendo que era verdad.

—Buenos amigos, entonces —la chica enarcó una ceja.

—No, sí que lo son. Sólo que no te metas con sus nombres.

En ese momento, se escuchó una llamada en la distancia. Me enderecé en mi asiento al reconocer la voz.

— ¿Jacob? ¿Bi? ¿Mandy?

— ¿Ése es Billy? —preguntó Bella con confusión.

—No —Jacob dejó caer la cabeza y pareció sonrojarse bajo su piel morena—. Mienta al diablo —masculló—, y el diablo aparecerá.

Mandy y yo intercambiamos miradas, soltando unas risas culpables. Jake posó sus ojos sobre nosotras y se percató de que habíamos sido las causantes de que los chicos viniesen.

Si tan sólo las miradas matasen.

Ay, estaría más que muerta.

— ¿Chicos? ¿Están ahí?

La voz se oyó más cerca.

— ¡Sí! —Jacob devolvió el grito y luego suspiró.

Esperamos durante un breve lapso de tiempo hasta que dos chicos altos de piel oscura dieron la vuelta a la esquina y llegaron al cobertizo. Embry y mi primo.

Ambos se detuvieron de golpe en cuanto vieron a Bella. Embry deslizó la mirada rápidamente de Jacob a ella, luego nos miró a nosotras con cara de confusión, y Quil no dejó de observar a Bella mientras una sonrisa se extendía lentamente por su rostro.

Patético.

—Hola, chicos —Jacob los saludó con pocas ganas.

—Hola, Jake —contestó Quil, sin apartar la vista de mi otra amiga. Bella esbozó una sonrisa incómoda que mi primo respondió con un guiño. Iugh—. Hola a todos.

—Hasta que por fin alguien se acuerda que nosotras existimos —dijo mi rubia amiga, socarronamente. Afirmé su comentario con una sonrisa de medio lado.

—Quil, Embry, les presento a mi amiga, Bella.

Indignadas, Mandy y yo nos levantamos de nuestros asientos y nos acercamos a los chicos.

—La hija de Charlie, ¿no? —me preguntó Quil al tiempo que le tendía la mano.

Ay, sí, como si no supieras quién es ella, primo.

—Cierto —le confirmó, al estrechársela. Su apretón era firme, parecía que estaba flexionando sus bíceps.

Vuelvo y repito, patético.