CAPÍTULO 85.

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Narra Alice.

-¡Sois tontos! -exclamé cuando entramos por la puerta de mi casa cargada en los brazos de Jake- Bájame ya, que estoy enfadada.

-Cuando lleguemos en la cocina te bajo, que estás herida.

-Me estás dando en la herida y duele, bájame -Casi grité.

Era una mentira enorme. Me llevaba con mucho cuidado para no hacerme daño y realmente iba cómoda. Pero estaba enfadada porque nos habíamos ido de esa casa cuando tenían muchas cosas que aclarar sobretodo Robin.

-¿Qué ha pasado? -preguntó Lucas entrando en la cocina muy preocupado-- ¿Estás bien? ¿Es profunda la herida? ¿Con qué te lo has hecho?

Jake me sentó en un taburete de la cocina. Ni que me hubiese rajado la pierna como para que me tuviese que transportar, era un exagerado, al igual que Lucas.

-No es nada, no te preocupes -le resté importancia. Por una rajita en el brazo no me iba a morir.

Lucas era un chico increíble. Al igual que se preocupó por Malena sin conocerla de nada, no podía evitar preocuparse por mí aún estando muy enfadado conmigo.

No hemos hablado aún sobre lo que pasó en la fiesta con la Sra. Haussman. Cuando estábamos con Malena y Evan, terminaron de contarnos su historia de amor y nos fuimos. Creo que Lucas se fue un poco molesto, pero me aclaró que era porque odiaba a Evan y Malena parecía demasiado inocente para darse cuenta de la clase de persona que era.

No le dí mayor importancia.

Jake cogió unas tirejas de un cajón y me rajó la manga de la blusa.

-Recuérdame que lo añada a la lista de cosas que Jake me destrozó -le hablé a Robin.

Jake estaba paralizado y se había puesto un poco blanco. Al darse cuenta de que lo estaba mirando me sonrió, agustiado, podía verlo en sus ojos.

-¿Ah qué tienes una lista de cosas que yo te he roto? -preguntó Jake cogiendo el teléfono mientras no dejaba de sonreír- No dejes que lo vea -le susurró a Robin y me asusté. Él se estaba yendo de la cocina cuando pude escuchar- Clay necesito que vengas, es urgente.

Respiré hondo. No podía ser nada grave por una tontería. Porque eso era, una tontería.

Joder, Jake acababa de llamar a mi tío. ¡Qué mierda! Necesitaba verme el brazo. Pero seguramente lo llamó porque necesito algún punto de nada y Jake no sabe coser. Tiene que ser eso.

-Robin, por favor, déjame verlo -supliqué a punto de ponerme a llorar.

Ya no sentía el brazo y sabía que eso no era bueno.

Robin sujetó mi cara entre sus manos para que no pudiese girar la cabeza. Lucas pudo entonces ver el brazo y se puso pálido, tuvo que sentarse incluso. Genial, esto si que son unos buenos hombres. Por un poquito de sangre se marean.

Empecé a ver borroso.

No me jodas.

No podía dejar este mundo por culpa de una mesita de café.

-¡Jake! -grité- ¡Jake! -grité o lo intenté, ya no tenía fuerzas para gritar.

-Ahora vuelve, tranquila.

-Robin necesito hablar con mi tío, sé que está hablando con él y necesito decirle un par de cosas. Es urgente.

Lucas se bajó del taburete y fue a por Jake. Éste vino corriendo con el teléfono en la mano.

-Dime preciosa -habló mi tío calmado, siempre hacía eso para no preocuparme.

-He perdido como uno o dos litros de sangre. Empiezo a ver borroso y me siento muy débil. Tengo sueño, no me dejan ver la herida. Sé que mis niños son unos exagerados y por un poco de sangre se asustan, pero sé que es grave.

Tal para cual.Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu