Tal para cual.

CAPÍTULO DOS.

Narra Alice.

Estaba muy cansada de discutir con Sullivand. Cada día lo soportaba menos, sobre todo porque sabía que él no iba a cambiar de actitud. ¿Y por qué seguía yendo una y otra vez a enfrentarme a él y encima con problemas que no eran míos? ¿Por qué tenía que actuar siempre de salvadora de todo el mundo? Era agotador.

Sabía que Jake Sullivand en realidad no era un mal chico, era un gran amigo para mis primas, Alisson y Alexa. A parte de que en el colegio iban a la misma clase hasta que Sullivand repitió y entró, casualmente y para mi desgracia, en mi clase. Además, es el mejor amigo de Matt, el novio de Alisson de hace no sé cuántos años. ¿O no son novios formalmente? Ni me importa.

Lo que tenía muy claro era que Jake Sullivand no iba a desaparecer de mi vida por mucho que lo desease. Me sentí bastante mal por haber perdido los papeles y haberme metido con su padre y su relación familiar, me pasé con lo que le dije. Era cierto que no sabía nada de la vida personal de Sullivand. ¿Por qué se habría puesto tan furioso?

Cuando salió por la puerta principal iba todo serio, y me preocupó mucho. Solía siempre ir sonriendo a todos lados, aunque fuese una sonrisa arrogante y para molestarme.

Después de algunas clases que se me hicieron eternas, seguían quedando dos horas para terminar el día. Esperaba con impaciencia el tiempo de descanso. Por fin, sonó la campana. Me colé entre la multitud hasta la puerta del patio en busca de Alisson o Alexa

Empecé a sentirme mal, incapaz de dejar de pensar en mi discusión con Jake. Tenía un mal presentimiento. Taylor vino corriendo a mí con lágrimas en los ojos.

Estaba enfadada con ella. En la última conversación que tuvimos donde le conté todo lo que había pasado con Sullivand, ella se había pasado todo el rato criticándome por ser tan insensible y por justificar a Sullivand, e incluso me confesó que este si se había despedido de ella cuando se fue por la mañana de su casa. ¡Había montado un numerito para nada!

A pesar de todo esto, seguía siendo mi amiga y no podía evitar preocuparme al verla así.

— ¿Qué pasa Taylor? —me estaba asustando.

La corazonada de hace unos minutos había vuelto. Sentía algo en el pecho, algo malo había pasado.

— Es Jake —susurró como pudo—. Ha tenido un accidente.