Tal para cual.

CAPÍTULO VEINTIOCHO.

Narra Alice.

-¡No digas tonterías! Te tienes que operar -exclamé molesta.

¿Este niño era tonto o que? ¿Se quería morir o algo? Es que de verdad no lo entiendo.

¡Es imbécil!

-¿Cuántas posibilidades hay de que muera en la operación? -preguntó ignorandome y dirigiéndose a mi tío.

-En todas las operaciones hay riesgos Jake, si no te operamos y no mejoras, tu corazón puede volver a fallar

Lo que Sullivand quería escuchar es que había muchas posibilidades de que se muriese en el quirófano para así poder negarse.

-Mira Sullivand, es una operación a corazón abierto, por lo que hay muchísimas posibilidades de que te desangres en el quirófano, de que tu corazón deje de funcionar allí mismo o de que mueras por cualquier causa, ¿eso es lo que querías oir? -pregunté molesta- Si no te operas esa costilla va a seguir dañando tu corazón. Si te das cualquier golpe en el pecho esa costilla se inscrustará más en tu corazón hasta desgarrarlo, tarde o temprano morirías, o incluso te dará otro paro cardíaco en cualquier momento, ¿y qué le dirás a Matt? ¿"Que tu no lo puedes controlar"? Esto lo decides tú, y si no te operas vas a morir y créeme cuando te digo que hay muchas más posibilidades de que mueras si no te operas que si lo hicieras

Después de el discurso que le había soltado a Sullivand mi tío me dijo que debía dejarlo decidir a él, que no le presionase. Mi tío Clay le confirmó que todo lo que yo había dicho podría pasar y que se lo pensase muy bien.

Mi tío le dijo a su interna que llamase a la madre de Jake para que viniese por este tema.

-¡Sabes que tengo razón! -exclamé llevándome las manos a la cabeza- Si no se opera morirá

-Ya lo sé Alice, pero debes aprender a tratar con el paciente. No puedes decirle a un paciente que se va a morir como tú se lo has dicho a Jake

-Ahora mismo Sullivand no es mi paciente, sólo es el imbécil que lleva atormentándome desde hace cinco años y espero que siga haciéndolo cinco años más. No voy a dejarlo morir, ¿entiendes? No va a terminar como Peter.

-Alice nena, yo tampoco voy a dejarlo morir, es mi paciente. Sólo te pido que te tranquilices, así no vas a conseguir nada

Me di cuenta de que seguíamos en el pasillo detrás de la puerta de la habitación de Sullivand y esta estaba entreabierta. Sólo espero que no haya escuchado la conversación.

Le dije a mi tío que fuésemos a la cafetería a hablar de un tema importante. Le pidió a otro médico que lo llevasen a hacerse las pruebas necesarias.

-Necesito que operes a Sullivand probono -pedí haciendo un puchero- No tiene seguro

-Alice quién paga sus gastos tiene un estupendo seguro médico que cubre muchísimas operaciones, lo que me estás pidiendo no tiene sentido

-Papá paga los gastos de Sullivand, por eso aparece que tiene un gran seguro. Él no estaría dispuesto a pagar esa operación.

-¿Por qué tu padre paga los gastos del chico? -preguntó frunciendo el ceño, confuso.

-Porque me quiere mucho y no se resiste a mis pucheros, como tú

-No sé si tengo presupuesto para hacer una operación gratis Alice

-Eres el mejor cirujano de cardio del país, no puedes decirme eso. Hablaré con el abuelo y te dejará

Mi tío bufó sabía que conseguiría lo que yo quisiese.