Capítulo 94. Todo mal.

124 11 7
                                    


Narra Jake.

Por fin, después de aplazarla varias veces había el llegado el momento de la cita. Espero que le gustase.

Le había vendado los ojos para que no viese al lugar donde habíamos llegado. Estábamos bastante a las afueras de Miami, como en medio del campo.

-¿El campo? ¿Qué tiene de especial el campo? -preguntó ella sin entender nada.

-Todavía nos queda medio kilómetro andando, pero casi llegamos.

Seguimos caminando de la mano contemplando el paisaje. No sabía que había una zona tan verde, tan a las afueras de Miami.

Ibamos agarrados de las manos contemplando el paisaje. Era increíble que hubiese un sitio así apenas a 30km del centro de la ciudad. Lo habían mantenido muy bien.

-¡Mira Jake un globo! -exclamó ilusionada soltando mi mano y dando saltitos-. Me encantan.

Ya sabía que le encantaban los globos aerostáticos. Sobre todo cuando eran grandes y coloridos. Por eso estábamos allí.

Terminamos de subir la pequeña montaña para tener una vista completa de la zona.

Había bastantes parejas, y grupos pequeños junto a los que llevaban los globos explicándoles como funcionaba todo.

Había más de doscientos globos aerostáticos todavía en el suelo pero en una hora todos estarían en el aire.
Esa era la sorpresa. A ella le encantaban los globos y le daba igual parecer una niña de cinco años.

Se tiró sobre mí y me abrazó muy fuerte.

-¡Me encanta! ¡Muchas gracias! Además este es un sitio perfecto para verlos volar -aclaró y se sentó.

Sonreí. Saqué un ticket de mi bolsillo y fruncí el ceño haciéndome el interesante.

-Creo que conozco un sitio mejor para verlos -dije y le di los tickets.

Se tapó la boca y se quedó muda unos segundos. Luego se levantó como si tuviera un muelle y volvió a abrazarme como un koala.

Era genial que después de todo lo que habíamos pasado las últimas semanas pudiéramos estar así de bien.

-¿De verdad vamos a subir? ¿Por qué? ¿Cuál es el nuestro? Eres el novio perfecto. Gracias -Y me besó.

Narra Alice.

La cita había sido increíble. Era lo mejor que nadie había hecho por mí. Y de verdad, tenía que hacer algo para compensarlo.

Su padre había seguido llamándolo, así que le envié un mensaje desde el móvil de Jake hace unas horas. En la cafetería Monseiur en unas cuántas horas. Cuando Lucas me vio salir por la puerta y me preguntó que a donde iba, no se me ocurrió nada. ¿Por qué? Quizás porque estaba algo nerviosa. Si no había podido comprar a ese hombre ya, no podría ahora. Y me asustaba que Jake fuese tan tonto como para dejarlo entrar en su vida.

Lucas, al no recibir una buena respuesta por mi parte, supuso que estaba en medio de uno de mis planes, de esos que nunca traen nada bueno. Así que decidió venir conmigo aunque insistí mucho en que no lo hiciera.

Entramos en la cafetería y estuve unos segundos buscando con la mirada hasta que localicé al pedazo de mierda. Estaba sentado con un hombre trajeado, su abogado seguramente.

Al verme, rió.

-Debí imaginar esto. Siéntate, Alice. Y tu amigo también.

Estaba furiosa. Muy muy furiosa. Quería matarlo. Me quedé de pie. Lucas no entendía nada y no sabía quién era él.

Tal para cual.Where stories live. Discover now