CAPÍTULO OCHO.

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Narra Alice.

Mi tío me miraba con una ceja alzada. El Dr. Donald me miraba a mí y luego a él. Los residentes estaban parados sin hablar. Jake y Claire igual.

— ¿La conoces? —preguntó el doctor.

—Claro, Pato, es mi sobrina. Tú la conoces, es la hija de Greg y Vero —le explicó.

— ¿Pato? —preguntó Jake aguantando una carcajada.

Miré al doctor esperando una respuesta.

—Patricio —corrigió— Aquí tu sobrina nos ha montado un numerito porque no la dejábamos ver a su hermano que había tenido un accidente.

Mi tío me miró alarmado.

— ¿Tommy tuvo un accidente?

Rodé los ojos. Aquí había demasiada gente, me estaba agobiando. El maldito Pato Donald ese le explicó a mi tío Clay como me había hecho pasar por la hermana de Jake. Luego, le explico lo que había pasado con sus residentes.

— No dejaré que esa —la señalé despectivamente—. cosa a Jake —repetí por novena vez—. Antes lo hago yo.

Mi tío lo mandó a otro caso diciéndole un simple: "Yo me encargo". Me mando a que me cambiase de ropa para ayudarle. A pesar de que Sullivand había dicho muy claro: "Nunca jamás pondrás una aguja en mi cabeza". Cuando me desinfecte las manos y me hube puesto un pijama de residente. Cogí unos guantes de látex y volví a la habitación.

Mi tío le había adormecido la zona de la cabeza de la herida para coserle. Debíamos esperar diez minutos a que terminase de hacer efecto.

— Ella no me va a coser —me señaló—. ¿Qué pasa si accidentalmente decide clavar la aguja en mi cerebro?

Todavía no terminaba de hacerle efecto del todo. Pero algo que dijo me hizo chic y empecé a coserle sin esperar. Para que le doliera. "Prefiero que me cosa la pelirroja de antes". Menudo imbécil, por culpa de esa ha estado a punto de tener una gran infección en la herida.

Bueno, tal vez exagerase un poco pero esa chica era una incompetente.

Sullivand gruñó. Me insultó por lo bajo, pero nada más.

— Cuéntame, diabilla, ¿tu mamá sabe que te andas saltando las clases para visitar a un chico?

— Por favor, tío Clay, no le digas a mamá. Ella me puede mandar a un reformatorio —Puse carita triste y le hice un puchero.

— Oh, tu mamá es muy buena, además le encantará saber que tienes novio.

Inconscientemente le pegué a mi tío una patada ya que estaba usando mis manos para coser a Jake. Mi tío se rio. Sabía que entre Jake y yo no había nada más allá del odio mutuo.

— ¿No me vas a decir por qué has venido si te cae mal?

—La enana retorcida se sentía muy culpable —explicó Sullivand—. Discutimos antes de que me chocase con el camión.

— ¿Tú sintiéndote culpable? Le tuviste que dar un golpe muy bajo.

Asentí con la cabeza. Me había metido en su terreno familiar. Parece que no es algo que le agrade mucho. Su madre es muy simpática pero el padre no ha dado señales de vida.

¿Y sí le afectó tanto lo que dije por qué realmente si lo abandonó? ¿Y si es porque está muerto?

Me dio un escalofrío sólo de pensarlo. Tendría que hablar con Sullivand algún día sobre eso.

Terminamos de coserle la herida, y la tapamos bien. Ya no tendría peligro de infección.

— Respecto a la medio metro pelirroja —le hablé a mi tío— Ya le vale al abuelo contratarla, podía haber matado a Jake y ni se habría dado cuenta.

— Eres una exagerada Alice, sólo se le podría haber infectado la herida. Un error lo tiene cualquiera.

— Ese fue su segundo error —Los tres me miraron confundidos—. Cuando Jake se acababa de dormir, vino a despertarlo para que se tomara un Nolotil, ¿sabes lo que hubiera pasado si no se lo hubiera impedido? Es muy alérgico, más alérgico que Tommy con las lentejas.

Cuando Tommy come lentejas se hincha como una patata y su tráquea se cierra impidiéndole respirar. Una vez terminó en el hospital y tuvieron que hacerle una traqueotomía de emergencia.

— ¿Tú como sabes eso niña? —me preguntó su madre.

— ¿Cómo narices sabes tú eso Alice? —me preguntó también sorprendido Jake.

Ups. Otro secreto que se me escapaba. A ver como explico esto ahora. Una sonrisa fugaz pasó por mi cara al recordar aquello.

— ¿Te acuerdas cuando le di a la chica de intercambio de clase la tarta arándanos que hice para ti por tu cumple?

— ¿La que estaba llena de laxantes? —me preguntó frunciendo el ceño.

Recuerdo bien que no salió del baño en toda la mañana. Puag.

— Pues me colé en dirección y busqué tu ficha para ver a que eras alérgico.

— ¿Querías poner cosas que me causasen alergia para matarme?

— ¿Tú eres tonto? Todo lo contrario. Si no lo hubiese buscado podría haber puesto nueces o anacardos en la tarta y entonces si habrías muerto imbécil.

— Muy considerado por tu parte —me dijo su mamá riendo. ¿No me echa la bronca por haberle hecho una tarta llena de laxantes a su hijo?—. Me debes unos diez euros que gasté en ambientador.

Mi tío y yo nos reímos. Sullivand puso los ojos en blanco. Recogí las cosas con mi tío y me quite el pijama ese. Tenía mi ropa debajo.

—Tendré que hablar con Claudia —dijo finalmente mi tío—. Para que tenga cuidado la próxima vez.

— ¿La próxima vez? —Pregunté irónica—. Ya le puedes ir diciendo que esta habitación no la vuelve a pisar. Y le dices a tu amigo Pato que si no sabe enseñar a sus residentes que no tenga.

—Tranquila leona, tu cachorro sigue vivo —me dijo mi tío mirando a Jake—. Ya hablaré con ella para que no vuelva.

Sabía que me haría caso. Sullivand hablaba poco desde hacía un rato. Así me gusta, como debe ser.

Llamaron a la puerta. Que no sea el tapón pelirrojo por favor.

Era Matt.

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Holiii:)
Tengo wifi.
Espero que os guste.
Besooos ❤

Tal para cual.Where stories live. Discover now