CAPÍTULO 83. ¿Familia reunida? Lucas el misterioso.

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Narra Alice.

-Hey Lucas, ¿qué tal está la mejilla de Alice? -escuché preguntar a Alex.

No puede ser. Mierda. Alex no se lo cuentes.

-¿Qué le pasa en la mejilla? -preguntó Lucas sin comprender.

Alex empezó a hablar para explicarle lo que había pasado en la fiesta.

Corrí hacia ellos para taparle la boca a Alex. Me choqué con Malena y caímos al suelo.

Mierda. Asquerosa, la odio. Siempre estorbando, joder.

Me puse de pie rápidamente y llegué hasta ellos. Alex había dejado de hablar y Lucas me miraba entre decepcionado y sorprendido.

-Alex eres idiota -murmuré enfadada.

Lucas se fue sin decirme nada. Alex era un completo imbécil.

****

Había tardado en quince minutos en llegar a casa, habíamos seguido a Lucas y ya estábamos en casa. Alex me había llevado porque se sentía culpable al habérselo contado.

Mi madre me miró raro cuando llegué, parecía que Lucas ya le había contado y estaba subiendo por las escaleras para ir a su habitación.

-¡Lucas! ¡Espera! -exclamé, necesitaba hablar con él.

Ni siquiera se giró para verme, continuó subiendo las escaleras y desapareció por el pasillo de la segunda planta.

-¿Por qué dejaste que te castigáramos? Llevas una semana sin teléfono, sin ordenador y sin salir.

-Puedo salir al centro social y allí está toda la gente a la que necesito y con la que me comunico. Tampoco es que vuestros castigos sean mortales, sabes que no se os da bien castigarme.

-¿Por qué no nos lo contaste?

-Lo intenté, cuando dije que os lo contaría si Lucas se iba de la mesa. No lo dije con mala intención, sólo no quería que él se enterase.

-¿No querías que se enterase de que le habías defendido? ¿Por vergüenza? -preguntó mi mamá frunciendo el ceño.

-¡No quería que los comentarios de esa bruja le hicieran sentir mal!¡Intentaba protegerle! Pero el estúpido de Alex lo ha estropeado todo -gruñí mirando a mi primo que estaba a mi lado.

Él se encogió de hombros.

-Siempre te he dicho que las mentiras tienen las patas muy cortas.

Narra Jake.

Marqué el número que tenía apuntado en la mano. Estaba algo nervioso.

-¿Hola? ¿Es Suzie Mathew? -pregunté esperando a que respondieran.

No sabía si debía llamarla por el apellido de su marido muerto o por el suyo de soltera.

-¿Quién es? -preguntó con una voz femenina dulce.

-No me conoce, pero me gustaría conocerla -contesté sin saber muy bien que decir.

-Mira niñato si es un clase de broma telefónica te la vas meter por donde yo te diga -contestó bordemente antes de colgar.

Bien, no había salido como esperaba. La madre de Robin tenía el triple de mal genio que él. Esto iba a ser muy difícil.

Volví a llamar pero no lo cogía. A las sexta llamada respondió.

-¿No te ha quedado lo suficientemente claro? -preguntó sonando enfadada- Tengo tu número registrado y puedo dárselo a la policia.

-Si quisiese gastarle una broma lo primero que habría hecho sería ocultar mi número de teléfono.

Tal para cual.Where stories live. Discover now