Capítulo 8: Invitaciones desagradables.

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Aun no planeábamos nada en contra de sus padres, primero teníamos que saber donde estaba Mikael y que quería Esther realmente. Por lo que Elijah salió de mi habitación dejándome sola con Nik.

— ¿Por qué te instalaste en esta habitación? —preguntó él de repente observando a su alrededor.

—Es mi habitación— respondí fingiendo no darle importancia, aunque sabía que él si se la daba.

—Pudiste quedarte en mi habitación, sabes que eres bienvenida allí— soltó sonriéndome mientras se acercaba a mí, comienzo a pensar en que esta batalla no la ganaré.

—Lo sé, pero quiero mi tener mi propia habitación—dije sonando como niña pequeña, mientras él me tomaba con una mano por la cintura y con la otra el rostro sin dejar de mirarme—. ¿No te rendirás cierto? —Pregunté burlonamente y tal como pensaba negó—. Seguiré durmiendo contigo, pero mis cosas se quedan aquí, ¿bien?

—No, dormirás conmigo, y mañana trasladaré tus cosas a mi habitación— soltó antes de besarme…

*******

No recuerdo cuando me quedé dormida, lo último que recuerdo es haber caído rendida desnuda en el regazo de Nik, pues nos merecíamos una buena bienvenida. Ni tampoco sé porque estoy despierta, si no hay ningún ruido cerca, aunque tengo una leve sospecha porque era, tenía hambre, la verdad no recordaba la última vez que había comido.

Terminé de abrir los ojos desperezándome y vi que aun Nik estaba a mi lado, algo extraño, pero dormía tranquilamente, por lo que decidí no despertarlo. Con sumo cuidado levanté su mano que estaba tendida en mi cintura, y me paré de la cama, para luego buscar mi ropa, que seguro debía estar en el suelo.

Eureka, mis pantalones, y mi blusa estaban justo en frente de la cama, por lo que los puse rápidamente.

—es de mal gusto dejar a un hombre solo en la cama después de lo que paso anoche— soltó Nik detrás de mí, ya sabía que era imposible que me levantara primero que él.

—Tú lo has hecho muchas veces y no te he reclamado— le dije ya vestida al dar la vuelta, y quedarme viéndolo, pues la sábana que llevaba ya no estaba.

—eso es cosa del pasado, por eso aun sigo aquí. Desperté hace casi una hora…—dijo él lográndome sentir culpable.

—En mi defensa me muero de hambre— solté como si nada, por lo que él sonrió.

—Lo hubieras dicho antes, buscaremos a alguien para alimentarte— dijo él sonriéndome, antes de en menos de un segundo levantarse y besarme, aun desnudo.

—Nik…—intenté decir entre besos, pues se estaba haciendo cada vez más intenso—. Nik… en serio estoy hambrienta, y si sigues besándome así, sabes bien como terminará esto— terminé de decir entre besos, hasta que él se detuvo.

—Está bien, buscaremos tu comida— dijo él cortantemente, y con razón, estaba excitado y yo solo pensaba en comida, bueno tal vez no solo en eso…

—hey, me alimentaré y terminaremos lo que empezamos— le dije pícaramente antes de besarlo, por lo que él también me sonrió al terminar el beso.

—Busquemos a alguien rápido— dijo antes de vestirse rápidamente.

Bajamos sin perder el tiempo, e íbamos a salir cuando vimos que en medio del patio había una mesa servida como si fuera un desayuno.

—Le falta un vaso de sangre, y sería el desayuno perfecto…— solo le dije a Nik mientras mirábamos la mesa, hasta que me detuve en el medio—. Parece que no…—había un vaso de sangre justo en el medio, el cual tomé sin problemas, delicioso—. No te hubieras molestado, con un humano dispuesto hubiera bastado— acusé a Nik pues era obvio que él había organizado todo esto.

—Por más que quisiera tomar crédito de esto, siento decirte que no es obra mía— dijo él misteriosamente, por lo que solo faltaba una persona que podía ser.

—entonces creo que le debo las gracias a Elijah— dije tomando esta vez una uva de la mesa y comerla, rico.

—Yo no tampoco fui—soltó Elijah bajando por las escaleras.

— ¿Entonces de dónde viene todo esto? —pregunté con suma curiosidad, y entonces la respuesta vino sola, cuando una tapa que estaba cubriendo algo comenzó a moverse. Y sin dudarlo mucho, Nik la levantó, saliendo de allí unos pájaros volando, eso sí era extraño—. ¿Qué demonios fue eso?

—Una invitación de nuestra madre— respondió Nik leyendo un tipo de carta que al parece estaba en la bandeja que cubría la tapa…

******

Aun no digería lo que decía la carta, “Cena en su casa a las 8pm”. Perfecto simplemente perfecto, la bruja iba a venir a cenar.

—No iré a esa cena— dije acostada en la cama de Nik, mientras él aun miraba aquella carta en el balcón.

— ¿Cómo que no vendrás? —preguntó claramente extrañado.

—así como se oye. Lo último que quiero es estar bajo el mismo techo que ella, de hecho me atrevería a salir mientras ella está en esta casa— dije sinceramente al sentarme.

—love, no puedes dejarnos en un momento así…— comenzó él, ya sabía por dónde iba esto.

—Nik, mi magia esta fuera de mi control, si intenta algo en contra de mi o ustedes no podré hacer nada, y sé perfectamente que tratará de provocarme, así que mejor nos evitamos problemas y no voy a la cena— dije fingiendo burla, cuando en realidad estaba aterrada.

— ¿me dejarás solo en esto? —Preguntó con cierto tono de acusación, para luego sentarse a mi lado, otra vez el soborno, esto no era legal de ninguna forma—. Love, estaré allí también, no dejaré que nada te pase— soltó de la nada, por lo que lo miré confundida, pero antes de que dijera algo prosiguió—. No sé qué te dijo mi madre ayer, pero sé que le temes por alguna razón, y te prometo que nada te pasará mientras yo siga con vida— dijo sonriéndome, me conocía mejor de lo que pensaba, por lo que no pude contenerme y lo besé dulcemente.

—Lo sé, y lo siento, no te dejaré solo en esto, no me veré débil antes tu madre— dije al terminar el beso—. Además tenemos una clara ventaja, somos inmortales, podemos sencillamente matarla…

—No harás tal cosa— dijo Elijah entrando por la puerta como si nada. Parece que la privacidad en esta casa es imposible—. Esther es una experta en el arte de la posesión. Sabemos qué cuerpo ocupa actualmente. Debemos descifrar sus intenciones antes de que encuentre un nuevo huésped— terminó de decir teniendo toda la razón, por lo que no me molesté en protestar.

—Intentó el asesinato de todos sus hijos. Creo que podemos asumir que sus intenciones son claramente infames—dijo Nik burlonamente por lo que sonreí, ya que también había pensado lo mismo.

—Bueno, entonces tenemos... —dijo Elijah mirando su reloj—. Esta tarde para prepararnos para lo peor—terminó de decir sin más antes de irse.

— ¿y a este que le dio? —pregunté mas para mí misma cuando se fue.

—Celos, love, mi hermano esta celoso por ti, aunque creía que ese capitulo había sido superado— dijo Nik burlándose mientras le veía extrañada, ¿acaso él también sabía lo que Elijah aun sentía por mi?

— ¿de qué hablas? —pregunté haciéndome la inocente.

—love, es claro que nos escuchó, y aunque he ignorado como te mira y habla, sé perfectamente que está celoso porque estás conmigo, porque aun te ama— terminó de decir dejándome boca abierta, nunca creí que se daría cuenta—. No soy ciego love, y sé que también lo sabes…

Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora