Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capítulo 59: La primera batalla contra Dahlia. Parte 1.

Como era de esperarse no tardé en encontrar a Mikael, y mandarle la dirección a Nik por mensaje, mientras me terminaba de arreglar para irme. Pero como nada es tan fácil como parece, cierto cuñadito me esperaba en la puerta de entrada.

- ¿A dónde piensas que vas? - preguntó Kol algo molesto por lo que sonreí de lado yendo hacia él.

-A la batalla-respondí deteniéndome delante de él.

-Alina, Elijah fue claro, debes quedarte fuera de esto, puedes salir herida si te enfrentas a Dahlia...-me reclamó casi como si fuera Elijah por lo que reí como si fuera un chiste.

- ¿Y qué quieres que haga?, ¿Qué me quedé de brazos cruzados mientras todo el mundo pone su vida en riesgo?, lo siento Kol, pero no me quedaré aquí sin hacer nada...-le dije antes de alzar mi mano y dejarlo temporalmente inconsciente, pasando por su cuerpo inerte en el suelo, para salir de casa.

Para mi buena suerte, y parece descuido de Elijah, aunque tal vez solo me conocía demasiado, y sabía que me iría de cualquier forma... el auto de Nik aun estaba en el patio, por lo que se haría sencillo salir de aquí...

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Me detuve a unas cuantas esquinas de la dirección que le di a Nik, un callejón algo alejado de todos, con una persona que no esperaba encontrarme con él, y menos sin agredirse mutuamente.

- ¿Para esto me hiciste rastrearlo? -le pregunté a Niklaus saliendo del auto, y Mikael mirarme algo sorprendido-. ¿Para ahora ser amigos?

-No te equivoques love, solo estamos trabajando juntos para un fin especifico, acabar con Dahlia...-soltó Nik sonriendo con confianza por lo que asentí.

- ¿Cuál es el plan entonces? -pregunté de brazos cruzados.

- ¿El plan?, ¿acaso estás dentro del plan también? -preguntó mi querido suegro con cierta ironía en su voz.

-No te preocupes el sentimiento de desprecio es mutuo, pero por esta ocasión, sí, estoy en el plan, la hija de Nik está en peligro, así que por supuesto que ayudaré, después de todo no tendrían oportunidad sin mi...-solté confiadamente.

-Así que hace se resume, de nuevo intentando salvar al bastardo...-soltó Mikael claramente burlándose.

- ¿Podríamos terminar de trivialidades y decirme cual es plan? -pregunté cambiando el tema a uno más importante.

-Vincularás algunas cosas, según me dijo Esther, eres bruja de nuevo...-soltó sacando una bolsa de su chaqueta-. Por lo que si sigues siendo la misma bruja que conocí, debe ser sencillo vincular esto... suelo de la tierra de Dahlia, que la llevará a su espiral mortal, junto con cenizas vikingas, la de sus opresores, la fuente de su inmenso odio, y, finalmente, sangre de su hija adoptiva, mi querida hija Freya... Lo más cerca de querer que esa miserable bruja haya conocido. Todas las fuentes de su poder se unen para formar su debilidad-terminó de decir, poniendo los ingredientes en el suelo, por lo que asentí.

- ¿a qué quieren que lo vincule? -pregunté antes de Mikael sacar un cuchillo y pasármelo-. Sencillo, solo denme unos minutos...-solté tomando el arma y comenzando el hechizo, para luego sonreírle a ambos-. Está hecho... -le dije a Mikael devolviéndole el cuchillo-. Ahora, ¿A dónde creen que esté?

-Tengo una leve sospecha...-soltó Nik, antes de llevarme con su velocidad vampírica a un lugar que conocía bien, la vieja iglesia-. Quédate aquí, serás mi arma secreta en esta ocasión, es mejor que no sepa que estás con nosotros...-me dijo seriamente por lo que asentí antes de ambos entrar y yo quedarme afuera.

El silencio inundó el lugar, deseando poder escuchar lo que ocurría dentro, pero como si el universo me hubiera escuchado, el silencio cesó, siendo reemplazado por un forcejeo, y luego sonidos de una batalla, por lo que sin miedo entré a la iglesia dándome cuenta de lo que estaba pasando.