Más que un original. Alina Libro #2. (Elijah y Klaus Mikaelson)

Capítulo 30: Lo siento....

—Niklaus…—intenté decir algo pero él me interrumpió claramente molesto.

—No vengas con discurso baratos love, ya hiciste tu elección…—dijo él molesto, más bien furioso—. Creí que me habías perdonado, que vivirías el resto de tu vida conmigo…—soltó claramente herido, pues detrás de esa coraza dura había un hombre herido… por mí…

—Nik, te he perdonado de verdad…—intenté hacerlo menos doloroso para él—… pero, a pesar de todo, no es lo mismo…—me acerqué a él lentamente para que no retrocediera—. Fuiste mi primer amor, la primera que amé, fuiste el padre de mi hijo, mi esposo, a quien eligió mi yo joven e ingenua para pasar el resto de su vida…—confesé sonriéndole sin poder retener las lágrimas—. Nik te amé, te amé más de lo que creí que podría hacerlo, y te quiero más de lo que crees…

— ¿Entonces cual es el problema love? —me preguntó sonando herido y destrozado por lo que me sentí mas culpable todavía.

—Los años pasaron, la chica que te amó ciegamente murió hace siglos, aunque no literalmente, siento que fue así. No soy esa chica dulce, perdí la inocencia al tomar mi primera vida, y perdí el amor que sentía por ti cuando supe en que me habías convertido…—solté sin dejarle interrumpirme—. Te temí por toda mi vida Niklaus, pase un milenio huyendo de ti, creyendo que me matarías en cuanto me vieras…

—Jamás te haría daño y lo sabes…—soltó él interrumpiéndome—. Creí que habías dicho que me habías perdonado por ello…

—Y lo hice…—le interrumpí esta vez yo a él—. No te estoy diciendo eso por reclamarte nada…. Sino porque cuando perdí las esperanzas cuando me odié más que nunca, cuando lo único que quería era morir, en ese momento oportuno apareció Elijah…—dije viendo asombro en su rostro—. Me salvó de morir, creo que te lo dijo en alguna ocasión. No me alimentaba de sangre humana, estaba muriendo, y quería morirme, pero apareció como un ángel guardián, y cuidándome y salvándome. Y fue entonces que me enamoré de nuevo, y no quería hacerlo, créeme. Era tu hermano, es una apuñalada a la espalda…—solté secándome las lagrimas—. Pero el fue la luz en medio de la oscuridad, aun cuando te prefirió tu felicidad por encima de la de él, y la nuestra. Y cuando siglos después creí olvidarlo, me salvó de nuevo, esta vez de que Katherina me entregara a ti, me siguió salvándome, aun cuando lo odié, me seguía amando…—confesé negando—. Y no me malinterpretes, no es agradecimiento lo que siento, es el más puro amor que creí que no volvería a sentir—. Porque después de todo, volví a enamorarme de ti, pero él amor que siento por él, es más grande que yo, Niklaus— casi no pude seguir hablando al ver como se veía la tristeza en sus ojos—. Porque lo amo, tanto como alguna vez te amé a ti, y no espero que me perdones, pero sí que me entiendas, que así como me amas, lo amo a él…

—Lo entiendo…—soltó él secándose el rostro—. Creí que podía recuperarte, pero parece que mi hermano robó tu corazón cuando yo lo perdí…—se acercó a mí sonriendo—. Y no te odio…—me acarició dulcemente la mejilla—… lo amas, y sé que no cambiaré eso, sin embargo…—dejó caer su mano—… aun me rendiré contigo…—dijo depositando un corto beso en mi mejilla.

—Nik no…—intenté decir antes de que el viera detrás de mi sonriendo.

—La caballería ha llegado—soltó cambiando de tema totalmente—, y justo a tiempo, sin duda con ganas de salvar a tu precioso Josh—le dijo a Aiden sin entender mucho, aunque luego de sumar dos más dos, me di cuenta de por qué.

—Sí. Solo dime lo que necesitas—soltó Aiden obedientemente.

—Bueno, puedes empezar preguntándole a tus lobos—soltó Nik como si nada—. Descubrir qué ha hecho Finn con Marcel y sus vampiros.