Capítulo 24: Te... Odio (2ª Parte)

245 30 44
                                    

- Yo... - volvió a susurrar, haciendo rozar las comisuras de mis labios con las suyas - No te entiendo. Supuestamente estás desinteresada por mí al cien por ciento - se separó lentamente - Aunque es gracioso ver las contradicciones de tus palabras y acciones - sonrió altanero, susurrándome a una cercana pero, al mismo tiempo, considerada distancia.

Ni siquiera me di cuenta de cuando volvió adentro, dispuesto a darse su esperado baño.

Estaba totalmente ausente. Mis ojos se perdieron en el horizonte y mi mente estaba completamente en blanco. Intentando analizar lo que mi propio cuerpo había hecho por simple instinto. Porque seguro eso era... un simple impulso, ¿verdad?

De un momento a otro, un exagerado color rojizo se apoderó de mis mejillas, a lo que intenté ocultarlo con la manga de mi sudadera. También, una gran frustración me gobernó enteramente, sobrepasando el nivel de su traición o sus crueles palabras. Me puse a patalear como si de una niña tratase dispuesta así a desahogarme.

- Parece que a alguien le han dejado con las ganas de un beso... - escuché detrás mía la voz burlona de Traute. Bufé, frunciendo el ceño.

- Cállate.

- Oh, no intentes pedir silencio. He visto, al fin, tus verdaderas intenciones con mi querido sobrino - decía mientras me acariciaba la coronilla.

- Mi cuerpo actuó solo - excusé.

- Sí, es obvio que fue tu cuerpo, sino no te hubieras lanzado - me mantuve en silencio, queriendo despistarme con alguna otra cosa - Pero estoy feliz... Hacía tiempo que no lo veía sonreír tan verdaderamente. Gracias, Mikasa - eché la cabeza hacia atrás, viendo una faceta muy tranquila. Me atrevería a decir que estaba aliviada.

- ¿Nos has espiado? - pregunté aquella duda la cual deseaba saber y no saber de respuesta.

- Sí - respondió sin rodeos. Dejé mis orbes fijos en los suyos rodeadas de silencio.

- Joder, Traute - agaché la cabeza y oculté mi rostro con mis manos. Estaba avergonzada.

- Lo siento... tuve curiosidad y pues... tan acaramelados y románticos - hacía gestos con sus brazos y piernas, haciendo notar su leve nerviosismo - Perdóname - se puso frente a mí. Agachó su cabeza y luego me envió una incómoda sonrisa. Suspiré, dando a entender  poca importancia pero que en mis adentros no era tan insignificante.

- N-No pasa nada - hice un ademán con la mano derecha, apartando la vista hacia el lado contrario.

- No te creo del todo pero... vale. Deberías almonzar ya o sino, a este ritmo, acabarás cenando - dio unas suaves palmadas sobre mi cabeza antes de volver adentrarse nuevamente.

.
.
.
.
.
.

Cerca de las 8 p.m., intenté volver a contactar con Sasha pero fue inútil. También lo hice con Hanji aunque conseguí la misma solución que antes. ¿Dónde se habían metido?

Harta de refunfuñar y aburrirme con el móvil, decidí salir de la habitación tan fría y vacía en la que me encontraba para irme hacia el salón. Podía sentir, de algún modo, una presencia allí, observándome cuidadosamente haciéndome sentir desprotegida y algo incómoda. Entonces, con tan extraña sensación, lo único que deseaba era meterme en el kotatsu del salón.

Sin embargo, al escuchar sus voces, aquel placentero deseo desapareció de inmediato.

- ¡P-Para, no lo hagas!¡No m-me la comas!

- Jum, demasiado tarde... - escuchaba la voz grave voz de Kenny con el oído pegado a la puerta. La otra no pude identificarla ya que me encontraba más lejos, parecía ser más aguda.

You've reached the end of published parts.

⏰ Last updated: Nov 17, 2019 ⏰

Add this story to your Library to get notified about new parts!

El Arte De Amar Where stories live. Discover now