Capítulo 14: Angustia

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No comentamos ni mencionamos nada de lo que pasó en aquella fiesta. Tuvimos que poner una estúpida excusa pero que resultó ser convincente para todos... o casi todos. Las chicas se disculparon conmigo con total sinceridad sobre no haber seguido el plan. No le dí mucha importancia y solo avisé de que no molestarían más a Sasha, aunque claro, sus caras de "No me convence lo que dices" me dificultó cambiar de tema, aún así creo que ya lo tienen olvidado. Desde aquello, Levi ha estado más "amigable" conmigo, suele hablarme más y la mitad del tiempo la pasamos juntos, con nuestras extrañas discusiones y nuestros momentos de silencio para cada uno.
Ah, se me olvidaba mencionar... Hoy hago la segunda semana de trabajar en el bar del padre de Isabel. No lo he conocido aún pero su abuelo es una persona fantástica, por no hablar de Isabel, parece ser una íntima amiga de Farlan pero es... diferente. Bueno no sé, creo que me cae bien.

Iba dirección al club después de una larga hora de matemáticas. El pasillo estaba lleno de las personas que no entraban a su club, ya que la mayoría de veces, estos alumnos salían a fumar, dejando la ventana abierta y charlando de cualquier cosa. Sí, lo sé. Están en un instituto y todo eso pero los profesores nunca suben a esta planta (o pocas veces) por lo tanto, hacían lo que querían.

-¿Y se suponía qué estos eran alumnos de la residencia para "niños buenos"? Vaya mierda... - pensé.

Pasé por su lado en silencio. Con mi típica expresión de indiferencia. Ellos me miraron por un rato, hasta que entré en el club.

Me extrañé al ver las persianas bajadas, convirtiendo la sala en un lugar oscuro y frío.

-¿Dónde está el enano? - dirigiéndome hacia las ventanas, murmuré para mí misma. Las subí, dejando entrar la luz del Sol por éstas - Mucho mejor - dije poniendo los brazos en mi cintura.

Aproveché, que no estaba Levi, para continuar mi canción. Sasha tenía razón sobre el tema del trabajo, te quita el tiempo que empleas para estudiar. Así que últimamente, me acuesto más tarde de lo habitual y me despierto más cansada de lo habitual... También, ha quitado de vez en cuando, las ganas de seguir con la canción... Pero no lo voy a tirar todo a la basura por mi poderosa pereza. Sería desagradable para mí y para todo el pasado que me rodea, desaprovechar esta importante oportunidad que me brinda la vida.

Sin más que reflexionar, me puse manos a la obra. Estuve más de media hora practicando, sin avanzar nada, solo practiqué.¿Por qué se me olvidan las notas?¿No estoy concentrada? Levi tampoco ha aparecido en todo este tiempo.¿Se va a saltar la hora?

Dejé de hacerme mis ordinarias y estúpidas pregunta que rondaban en mi cabeza cuando escuché el sonido de la puerta abrirse. Al principio, pensé que era Levi pero quité esa idea inmediatamente. Él entra al club como si fuera su propia habitación. Y este caso era diferente, la puerta se quedó abierta y unos segundos después, la cabeza de Armin se asomó, saludándome.

- Hola - sonrió.

- Hola, Armin - le devolví la sonrisa - ¿Qué te trae por aquí?

- Te noto algo agobiada. Llevas repitiendo la misma parte de la canción aproximadamente media hora.

- Ups... Lo siento - me disculpé avergonzada - ¿Te molesté por el ruido?

- Para nada - hizo un gesto de despreocupación con su mano - Y no digas ruido a tu arte - se tapó la boca con el cuaderno que siempre traía en sus manos - Aunque no lo parezca, yo a veces también me canso. Y pues... esta es una ocasión - volvió a sonreír - ¿Te pasa lo mismo? - levantó con dificultad una silla de la sala para sentarse a mi lado.

- Me pasa lo mismo - respondí.

- Pues entonces viene bien charlar y despejarnos un poco de nuestras obligaciones - se dejó caer en la silla. Miró mis partituras por un rato, luego su vista la dirigió a mi persona - ¿Dónde está Levi?

El Arte De Amar Where stories live. Discover now