El Arte De Amar

Capítulo 4: Primer Día

Tardé un poco en llegar al instituto. Si no fuera por la poca, pero imprescindible información de Hanji, ahora mismo estaría dando vueltas.

Iba andando a un paso ligero, ya que solo faltaban cinco minutos para entrar a clases y para ser el primer día no me gustaba llegar tarde. Para mi suerte (o no) Jean se encontraba en la entrada, apoyado en una pared con los brazos cruzados. Las pocas personas que parecían estar en la misma situación que yo, entraban mirándolo, a lo que él, solo los miraba con una expresión neutral. Entonces me dí cuenta de que solo se estaba haciendo "el interesante". Suspiré con molestia ante mi "gran conclusión". Cuando llegué a donde él estaba me habló.

- Hey, guapa. Eres nueva,¿verdad? No te preocupes te lo enseñaré todo - lo miré con una ceja enarcada. Abrí la boca para hablar, pero entonces me interrumpió - Tranquila, no me debes nada o... bueno si quieres... - se acercó a mí, a paso lento. De verdad, qué coño le pasaba a este tio. Me estaba empezando a cansar. Cerré mis ojos para no meterle un puñetazo en toda la cara y me dispuse a hablar.

- Necesito llegar a la sala del director, para presentarme y eso. Después si me ayudas a encontrar mi sala de clases, te lo agradecería. Pero por favor, como vuelvas a hacerte "el chico malo" - hice entre comillas esas últimas palabras - Te pegaré una hostia que no se te olvidará en la vida - finalicé.

- Mmmh... Pero que agresiva, tal y como me gustan - levanté mi mano libre, ya que en la otra llevaba la bolsa-mochila, para cometer mi acto que anteriormente mencioné - ¡Vale, vale! Era broma, era broma.... No diré nada más. Perdón, perdóname - retrocedió unos pasos y protegió su cara con ambas manos. Bajé mi mano, a lo que él, suspiró. Se dió media vuelta - Sígueme - obedecí y lo seguí - Interesante personalidad... A veces sumisa y otras veces agresiva - le oí pronunciar.

- Cállate, estúpido - comenté con molestia.

- Perdón... me sale solo... - el lugar era muy amplio. Era el típico sitio en el que te aburres con solo mirarlo... Me esperaban largos años aquí.

Íbamos caminando en silencio, hasta que la voz de Jean volvió a mencionarse - Estamos en la misma clase, el suicida, el enano gruñón, tu y yo, así que cuando acabes de hablar con el director, te llevaré a nuestra clase - finalizó.

-¿Suicida?¿Qué os llamáis por apodos o algo? - pregunté.

- En realidad, no - hizo una breve pausa, al momento en el que se giraba, quedando en frente de mí - Bueno sí, pero es que es verdad. Levi es bajito y está enfadado todo el día. Aunque ese apodo se lo puso Hanji, son mejores amigos, junto a Erwin. Pero vamos, lleva con ese apodo desde que entró a R.R.. Y a Eren porque lo vieron intentando cortarse las venas en una clase, por fracasar en una obra que tanto le costó crear. Desde entonces, ayuda a Armin con el guión del manga que está haciendo - levanté levemente mis cejas, afirmando mi sorpresa, eso no lo esperaba - ¿Sabes? A veces me siento mal, sé que todos tienen un pasado que seguro quieren olvidar, incluida tú - lo miré a los ojos - Pero yo no tengo nada de eso y no me gustaría tenerlo, pero a veces siento pena y no sé como ayudarlos - Jean bajó la mirada con una sonrisa apenada. No había nadie en los pasillos, no sé como describir este silencio... Pero no era incómodo, más bien, era melancólico y me transmitía tristeza. Desde meses atrás, he estado pensando que debía cambiar y convertirme en la nueva Mikasa, dejar de ser una "cobarde", como solían llamarme ciertas personas y actuaré, eso es... yo empezaré la acción.

- No te preocupes, Jean. Que no hayas pasado por algo similar, no significa que te odiemos ni te tengamos manía - me acerqué a él y toqué su hombro para darle un poco de apoyo - Eres un pervertido que llegó a la residencia por mirar "accidentalmente" en el baño de las chicas. Pero eres buena persona, creo. Y eso lo valoran todos, incluida... yo - me miró sorprendido y formó en sus labios una gran sonrisa, pero después, puso una de preocupación.