—Tienes que bajar URGENTEMENTE. Belcebú quiere... —risita—. Pedirte algo.

Crowley vacila, se nota que está deteniéndose a sí mismo de responderle "Belcebú puede ir besándome el..." con el corazón acelerado. Congraciarte con ellos otra vez, Crowley.

—Parece ser que o haces algo que no te va a gustar o... bueno. Ya te lo dirán. Anda, apura.

—¿O qué? —pregunta un poco desafiante porque... ¿qué le van a amenazar de nuevo con el agua bendita? Aprieta los ojos. "Congraciarte, Crowley" se repite a sí mismo.

—O bajas o no volverás arriba nunca.

Ugh. Tocado y hundido. Aprieta los ojos.

—Vale, vale, vale... Dile que vaya matando el cordero para el regreso del hijo pródigo —cualquier día te van a condenar peor y será por tus CHISTES ESTÚPIDOS.

—Ya no eres ningún hijo pródigo... eres un fraude.

Yes... yes... whatever —se vuelve a su botella fingiéndose tranquilo. Hastur se vuelve a reír antes de desaparecer de la pantalla

Y alguien comenta que las entrevistas a los jugadores de futbol cada vez son más raras y los jugadores cada vez más excéntricos.

Extranjeros, seguro. Posiblemente franceses.

Crowley sigue mamando de su botella que por lo visto es cerveza y no me lo había dicho hasta ahora mientras piensa que ahora tiene que bajar él al infierno y lo van a matar a él. Bloody hell. Debieron cambiarse. ¡Como lo descorporen va a ir y lo va a poseer a él! ¡Aunque exploten!

Maldita sea. Todo por no querer esperarse veinte minutos. Y además se ha quedado sin escena dramática.

Y sin beso.

¡ADEMÁS!

Eso ha sido tu culpa, te has despedido con un fuck you.

Ugh. Si solo se hubieran cambiado. O sea, a saber los gilipollas del cielo, pero en el infierno eran puto capaces de ser tan densos de estar preparándole el bloody baño una y otra vez hasta matarlo de limpieza si hacía falta.

Aunque habían implicado que volverías... Insinuado.

Sí, bueno. ¿Y quién se fía del bloody infierno? Es el BLOODY INFIERNO. Bloody Hell!

Ya... ya. Sí lo es.

Se lleva su botella de cerveza hasta el coche y se sienta, en mitad del berrinche. Pues no iba a ir.

Van a ir por ti, darling.

Shut up, angel. Esto es tú culpa. Pero por otro lado, mejor, porque ahora seguro mandaban a uno de esos... a Hastur quizás a ocupar su lugar y entonces, si acaso Aziraphale seguía con vida, iba a saber lo que era un infierno de verdad.

¿Y por qué querrías que el supiera lo que es el infierno?

Por idiota, por haberse ido ahí solo y sin cambiarse, por dejarlo a él ahora solo, por joderle la escena dramática y POR NO DARLE UN BESO.

Te ha dado uno en la mejilla

¡No me jodas, ángel, que voy camino del paredón!

¡Tú ni siquiera te bajaste del coche!

¡Tú no quisiste cambiarte!

Intentaba protegerte.

¡Esto pesará sobre tu consciencia!

—Crowley —le interrumpen en el radio.

What the hell?

—Estamos esperando.

Sin CityWhere stories live. Discover now