15. Loki

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El conflicto no ha desparecido de mi mente desde su acontecimiento. Durante toda una semana, cada palabra que he logrado oír se ha repetido hasta el cansancio, preguntándome que puede ser aquel problema que mantiene a mi padre y al de Thor en constante odio. Aquel mismo sentimiento que intentaron, durante años, infundir a sus hijos, obteniendo resultados negativos en sus deseos. Intento distraerme con diferentes actividades pero incluso quedarme sentado y leer un buen libro no ha conseguido el objetivo de mantener mi mente despejada. Una y otra vez el suceso vuelve a repetirse y no es hasta que salgo de casa y encuentro a Frigga cerrando la puerta de lo que solía ser su hogar que permanezco en blanco. Rígido sin saber que decir o hacer y sintiendo un terrible nudo en la garganta que impide el habla. Realizo un asentimiento con la cabeza a modo de saludo, aguardo que ella continúe con su trayecto, sin embargo, en lugar de alejarse, se aproxima a mí. De repente, me parece una persona extraña quizá por el rostro de seriedad que se empeña por mostrar cuando siempre me sonreía. Su expresión se suaviza en cuanto se detiene y en sus ojos hay sentimientos que soy incapaz de comprender, pero que se asimilan tanto a la mirada que una madre entrega a su hijo, lo sé porque es la misma que ha entregado a Thor durante toda su vida y porque quizá es el único recuerdo que conservo de mi madre: Sus ojos llenos de amor, el único lugar que me parecía libre de cualquier maldad que pueda existir. Un refugio, un hogar.

—Loki —susurra Frigga sosteniendo mis manos entre las suyas. No se aparta al sentir mi frialdad, más bien afirma su toque en una acción que me recuerda a la de su hijo—. ¿Cómo… —calla unos segundos y al retomar la palabra ha cambiado lo primero que iba a decir—. Lo siento tanto.

—¿Por qué? —cuestiono una vez que logro conseguir mi voz. Trato de sonar indiferente y fracaso en el intento.

—Debí de impedirlo. Thor estaría aquí de no ser por…

—No —interrumpo poniendo fin a nuestro agarre—. Usted no tiene que ver con lo sucedido.

Frigga frunce los labios, una forma de estar en desacuerdo con mis palabras y me pregunto cual es el secreto que guardan ella, Odín y mi padre. Permanecemos en silencio, Frigga es la primera en ponerle fin a la conexión de nuestras miradas. Sus manos se mueven hasta el bolsillo de su pantalón de donde obtiene un pequeño papel amarillo con una dirección. Me extiende el objeto y ante mi confusión, se apresura a darme explicaciones que lejos de darme respuestas, solo me entregan más preguntas.

—Es su dirección. Sé que no debería estar haciendo esto y quizá esperar que el asunto se solucione sin mi intervención, pero he estado callada durante años.

Entre mis dedos, el papel se siente diminuto. Puedo conseguir las respuestas que tanto he esperado, pero no sé si la verdad sea agradable de ver o escuchar.
Frigga no añade más a sus palabras, una sonrisa se asoma en sus labios y pronto, me envuelve en sus brazos, deposita besos en mis mejillas dándome aquella mirada que fue una constante ausencia en mi vida. En ese momento, me siento como un hijo que se refugia en el abrazo cálido de una madre. Se despide y tan rápido como se acercó a mí, se aleja hasta perderla de vista.

De pronto, el papel se siente más pesado entre mi tacto. Doy media vuelta e ingreso a casa solo para encontrarme con una sorpresa.
Mi padre se encuentra en la escalera mirando hacia mi dirección. Tengo el temor de que pueda haber escuchado o visto mi conversación de hace minutos, pero él baja los últimos escalones que le quedan y con serenidad camina hasta donde me encuentro, revisa sus bolsillos en busca de las llaves y al comprobar que las tiene, abre la puerta.

—Recuerda mi advertencia, Loki. La verdad puede no gustarte.

Concluye su oración y tal como ha hecho en el transcurso de varios días, desaparece de casa. 

Forelsket |Thorki|Where stories live. Discover now