Forelsket |Thorki|

09. Loki

Aquella mañana, cada una de las miradas de la escuela están posadas sobre mí convirtiéndome en el centro de atención cuando desde hace años soy todo lo contrario. Esto se debe a que, desde muy temprano, Sigyn no se ha despegado de mí. Su presencia ha causado intriga en la mayoría de alumnos, los mismos que se preguntan unos a otros quien es la alumna nueva y por supuesto, qué es lo que está haciendo conmigo. He oído cuchilleos que está fuera de mi alcance mientras caminaba al baño y un par de burlas en mi retorno al aula de clases. Los demás aseguran que pronto ella se cansará de mí e irá en busca de algo mejor. Me pregunto si la única neurona funcional que poseen ha decidido darse a la fuga porque de otra manera, no me explico la razón de tantas incoherencias.

En el aula soy recibido por una mirada casi asesina de Jane Foster quien está a solo segundos de desintegrarme con sus ojos. Thor ha decidido cambiarse de asiento, no está más al lado mío sino unas cuatro carpeta atrás y el espacio vacío que él ha dejado ha sido tomado por Sigyn quien me sonríe amplio al verme aproximarme para poder sentarme. Las clases transcurren con total y completa normalidad, sin contar que en más de una ocasión he sentido bolas de papel estamparse contra mi nuca o terminar en mi cabello. Al voltear, las débiles risas cesan de repente, buscando al culpable me enfoco sin querer en Thor. Él está concentrado escribiendo en su cuaderno, la corbata del uniforme está torcida y los dos botones de su camisa abiertos revelando una porción de piel. Me mira durante unos segundos y retoma su acción llenando de líneas la hoja.

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He conseguido distraer a Sigyn con la excusa de acudir a los servicios higiénicos. Ella responde que estará esperándome en la cafetería y yo desaparezco de vista hacia otro lugar distinto al que he mencionado. Me dirijo hacia el aula con la ligera esperanza de verlo ahí aún sabiendo que puede que se haya ido, sin embargo, al llegar, Thor está sentado en un asiento diferente al que ocupó durante la mañana. Mantiene la cabeza elevada al techo, ojos cerrados y luce tan desaliñado como al inicio. Camino sigiloso y agarro su corbata provocando que él despierte de forma abrupta. Manos elevadas en posición de ataque se relajan al diferenciarme.

—Hola —musito sin soltar la corbata que arreglo con paciencia, apenas rozando mis dedos con la piel expuesta de su cuello.

—Pensé que... —Sus ojos se mueven hacia la puerta y después otra vez acuden a mí—. Estarías ocupado ahora que Sigyn ha vuelto.

—No es la única amiga que tengo, Thor —respondo concluyendo el nudo y regresando la prenda a su sitio-. Tú también lo eres. —Ahora me enfoco en los mechones de cabello rebelde. Dudo al principio, pero termino por estirar mi diestra y permitir que hebras rubias se pierdan entre mis dedos. Presiono mi índice contra su frente y él ríe ante mi acción. Toma mi mano entre la suya en un movimiento que genera estupefacción hasta en él—. ¿Nos vamos?

—Sí, un momento —responde tocando con suavidad la yema de mis dedos, los nudillos y la palma. Planeo retirarme, pero él me retiene sin aplicar demasiada fuerza. Marca las líneas de mi mano como realizan aquellos videntes que aseguran pueden leer el futuro.

—Thor —menciono en un susurro por temor a romper el instante.

—¿Leíste la nota?

—Lo hice. Lamento si he tardado años en darme cuenta, ¿por qué nunca me dijiste que querías ser mi amigo?

—Cuando no obtuve una respuesta, deduje que era un no.

—¿Has esperado todo este tiempo?

—Lo volvería a hacer de ser necesario —responde brindando un apretón a mi mano que continúa unida a la suya.

Sin previo aviso, lleva sus labios a mis nudillos entregando un corto beso que creo que paraliza mi corazón durante un segundo. No dice palabra alguna, eleva la mirada aún con mi diestra pegada a su boca entrega otro beso y me sonríe una vez que concluye la unión de nuestros tactos. Estoy seguro que mis mejillas están sonrojadas y el pequeño gran detalle solo sirve para incrementar la sonrisa de Thor quien se levanta del asiento y camina hacia la salida invitándome a realizar lo mismo.