40. Thor

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Epílogo 4/4

Hay una considerable multitud en las afueras del teatro, las personas aguardan la salida del actor principal, aquel que hace poco estrenó una película en la gran pantalla y tuvo gran recepción del público y críticas excelentes por parte de los expertos. Fue catalogado como una futura promesa del séptimo arte, de repente, su vida cambió, comenzando a ser llamado para entrevistas, con camarógrafos a su paso fotografiando sus acciones, vinculado con su compañera de reparto hace unas pocas semanas cuando lo vieron salir juntos de un restaurante con radiantes sonrisas en el rostro, sin embargo, se encargó de desmentir los rumores y así, prosiguió con su vida sin olvidar la pasión que comenzó toda esa travesía; el teatro.

El grito de emoción provoca que eleve la cabeza con tal de ver el causante de tal acción, lo veo a unos cuantos metros recibiendo sonriente las fotografías que le extienden junto con lapiceros. Firma con paciencia porque se toma el tiempo de entablar conversaciones con sus seguidores. Hay un rostro reconocido en la multitud, el cabello rubio ahora es corto a comparación de épocas de secundaria, no está ahí para pedir ningún autógrafo sino para capturar diferentes momentos con la cámara que lleva en manos y hasta esperar la oportunidad para pedir una pequeña entrevista. Sigyn se ha convertido en parte del medio de espectáculo, una reportera reconocida por excelentes trabajos. Ella se aproxima más consiguiendo al fin la atención de su objetivo quien le sonríe, saluda y le concede algunas palabras para el programa de televisión. No soy capaz de escuchar las preguntas o respuestas, pero en una de ellas siento la incomodidad por como el gesto de felicidad desaparece de los labios, la constante negación con la cabeza y su alejamiento del lugar. Volteo a último momento, busco apoyo en la puerta del vehículo, escucho sus pasos, siento su colonia en el ambiente cuando camina a mi lado. Segundos después, los tacones de la reportera acompañados de su voz.

—¡Escúchame! —clama a una escasa distancia, las manos levantadas para demostrar que no sostiene la cámara que ahora cuelga de su cuello y el celular que ha utilizado para grabar la entrevista previa descansa en su bolsillo—. Vengo como amiga.

—No puedes realizar ese tipo de cuestionamientos.

—La gente está interesada en tu vida amorosa.

—Soy actor, ¿qué importancia tiene eso? —Eleva la voz para denotar el creciente enojo, el límite que no debe ser cruzado—. Y cuestionar "¿sigues con cierto futbolista que trabaja en Noruega?" es muy bajo de tu parte.

—Solo hago mi trabajo.

Existe un suspiro, ojos viajando a su alrededor, atino a ingresar al vehículo sabiendo que nosotros dos en un mismo lugar justo ahora solo le traería problemas. Desde el interior, los veo irse por distintas direcciones, la multitud también realiza lo mismo. Mi cabeza cae sobre el volante evitando tocar el claxon, bufo con fastidio por el reencuentro fallido, estoy tan sumido en mi acción solo para ser traído de regreso a la realidad por los suaves toques en la ventana de copiloto.

—No soy un taxista, váyase —musito todavía con la cabeza gacha pensando en cuál debería ser mi próximo movimiento.

—¿De verdad? Pensaba que podía llevarme a casa.

Su voz provoca que me digne a elevar la mirada, soy consciente que tan solo han pasado seis meses desde que nos vimos, pero es como si fuera la primera vez. Loki vuelve a sonreír, acomoda los lentes en el puente de la nariz y después ingresa al auto.

—No sabía que venías hoy, la boda de Tony y Steve es dentro de mes.

—Lo sé, iba a ser una sorpresa. Tengo las maletas ahí atrás —menciono señalando el maletero. Loki voltea por acto reflejo y descubre el ramo de girasoles en el asiento trasero—. Son para ti —agrego para que él pueda tomar el presente en sus manos y así lo hace.

Forelsket |Thorki|Where stories live. Discover now