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Adivina, adivinador.

¿Que muerte ocurrirá hoy?


Viernes, 4 de Octubre
4:35 PM

Número desconocido.

—No ha parado de llamar —resalta Justin lo obvio señalando el celular—. ¿Vas a contestar?

No me quedaba de otra, ¿no?

Con un poco de arrepentimiento, me acerco al escritorio y deslizo mi dedo por la pantalla para contestar.

Hermosa, por fin contestas —se escucha al otro lado de la línea. Su voz era cansada, rasposa y la calidad del aparato por el que me llamaba era nula. Aún así podía reconocer su voz en cualquier parte.

Will.

—Will... ¿Cómo...? —pregunto volteándome a mirar al resto, quienes me miraban intrigados.

Sasha comienza a hacerme señas repetitivas, apuntando a mi celular. Tratando de entender, quito mi celular de su posición junto a mi oreja y presiono el botón de altavoz.

Solo me dejaron hacer una llamada—se explica con nerviosismo, mezclado con apuro—. Eider, necesito que me saques de aquí. Soy inocente.

—¿Qué...? —No podía evitar que mi voz saliera quebrada. Hablar con él luego de lo que hice era horrible—. Si no tienen pruebas, no pueden mantenerte por más de 48 horas,Will.

Todos mi sentidos están alerta en este momento. La mano que sujetaba el celular temblaba ante mis nervios y se me dificultaba estar de pie. ¿Y si era inocente? Y si salía antes, ¿yo tenía menos tiempo?

El problema es que si las tienen: no hay registro de mi a las 3:40 AM ya que nadie me vio subir a mi habitación —relata con la voz entrecortada y en un susurro. Yo ya sé lo que me va a pedir—. Todos menos tú, Eider: tú sabes que estuve en la fiesta y sabes también que estuve contigo a esa hora.

—Sí, pero...

Por favor, sácame de aquí antes de que encuentren algo más en mi contra. —Y colgó.

Mi mirada quedó fija en el teléfono. Mi ceño fruncido y mi confusión eran notorias. No podía sacarlo de ahí, porque estaría mintiendo.

Will no estuvo conmigo tampoco.

Yo estaba durmiendo.

En la cama de Kyle.

Lo recuerdo perfectamente. Will había salido hacia la cocina a buscar una limonada, y yo decidí ir a averiguar que podía encontrar en las habitaciones. Entré a la de Kyle en un impulso, y luego él vino, nos besamos y me quedé ahí, hasta que luego nos avisaron de la muerte.

Yo no sabía donde había estado Will.

Ni tampoco Kyle, yo estaba dormida.

—Tienen una sospecha contra Will; si consiguen otra, va a juicio —explica Cathy sosteniendo su libreta.

Tendría que testificar en su contra, no me queda de otra.

HABITACIÓN 219Donde viven las historias. Descúbrelo ahora