¿You remember me?, Never let me go. (Zayn y tú)

Capitulo 34 "Vuelta a la universidad"

Esa noche me quedé en casa de Zayn y está demás contar lo que hicimos. Como es de esperar no me quería volver a mi casa, y lo peor de todo fue la despedida, él tenía que volver a la gira.

Por mi parte el lunes volvía a la universidad, tuve las mejores e inolvidable, pero cortas vacaciones, me parecieron cortas. Podría hacer un libro, donde relatara mi historia con Zayn, creo que sería un detalle muy lindo y una idea fascinante, una vez que lo termine podría regalárselo.

El lunes llegó, la tortura nuevamente comenzaría, las preparaciones para ir a Italia comenzarían. Admito que la idea de ir me llena de un espíritu aventurero, pero saber que por mucho tiempo no veré a Zayn, estando lejos el uno del otro, sé que ya lo hemos estado, pero esta vez soy yo quien tiene que irse a otro país. Obviamente voy a extrañar a mi familia, pero tengo la certeza de que ellos estarán ahí, en cambio nadie me asegura que Zayn se quede, que me espere, sólo me queda creer, y es lo que hago.

Una vez vestida bajé a desayunar, la rutina volvía, las tardes de estudio se harían presentes.

-Jess podrías fingir que estás feliz de volver al colegio -me sirvo un vaso de leche. Jessica parece literalmente un zombie. - Tu cara de zombie guárdala para halloween.

Hace una sonrisa fingida. -Deberías aplicar tu consejo en ti misma también -arquea ambas cejas- Mira que una barbie no pareces.

-Papá dice que sí, que lo soy -le respondo graciosa.

-Obviamente se equivocó -frunce el ceño- recuerda que él con suerte ha visto alguna barbie en su vida, las que nos regalaba, quizás se confundió y quiso decir que eres como un muñeco de acción. -finaliza de manera sarcástica.

Frunce el ceño. - Mejora tu humor, puedes espantar a tus compañeros.

-Ya. Dejen de molestarse -gruñe mamá- a nadie le agrada la idea de levantarse temprano.

Ambas hicimos caso y seguimos con nuestro desayuno. Cuando acabé fui a lavarme los dientes.

Cogí mi mochila, me aseguré de tener lo necesario, así era.

-ADIÓS-grito.

-QUE TE VAYA BIEN-grita mi madre.

Salí, tenía que esperar que pasara locomoción, saqué mis audífonos y los conecté a mi celular. Esperé y me fui escuchando todo el viaje a la universidad música, me encanta empezar mi día con música.

Muchos se bajaron conmigo, había un chico de mi clase, si que ingresamos juntos, preguntándonos cual sería nuestro horario.

No encontraba a ninguna de las chicas, aunque lo dudo que me sea fácil de encontrarlas con tanta gente llenando los pasillos de la universidad.

-¡______! -escucho a alguien gritar mi nombre, se me hacd familiar la voz. -Espera -toca mi hombro, me giro.

-Hola -sonrío- ¿Cómo estás?, tanto tiempo -saludo. Era Ronald, un ex compañero de colegio y de algunas clases ya que él estudiaba filosofía.

-Bien, ¿tú?, imagino que bien -dice con picardía.

Me sonrojo, sé a qué se refiere. -Pues bien, aunque con mucho sueño… primer día -me encojo de hombros.

-Sí, es una tortura levantarse tan temprano -caminamos hacia nuestra facultad- ¿Y Cora?

-No la he visto, espero que no se haya quedado dormida -espero que no, no puede dejarme sola.