Capitulo 61 "Nunca debí haberte dejado ir"

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Mi investigación está casi terminada, esto me emociona, ya que he tenido que dedicarle bastante tiempo, ya me quedan dos semanas para volver a Londres, por una parte estoy feliz, pero por otra no mucho, me gusta Italia, es hermoso. Lamento no haber tenido tanto tiempo para conocer aún más, me hubiese gustado ir a Venecia, pero en otro momento será, me cuesta creer como ha pasado de rápido el tiempo, y las cosas que han sucedido... que han sido muchas.

Hace unos minutos hablé con mi madre y me contó que mi padre está casi rehabilitado por completo, se me cayeron unas lágrimas, yo no estuve en todo el proceso y además los extraño muchísimo, extraño a mis amigas también, aunque aquí he conocido a gente muy buena, con las cuales no quiero perder el contacto.

Es domingo, mis trabajo están todos terminados, sí que me gustaría ir a algún lado, le pido al pelirrojo si quiere acompañarme. Obviamente acepta, busco un abrigo y salimos en busca de dónde ir, le pido ir nuevamente a la fuente de Trevi, quiero volver.

-¿Te faltó pedir un deseo? —le agrega un tono sarcástico y suelta una pequeña risa.

Me contagia la risa. —Sí, justo cuando iba a lanzar una moneda me interrumpieron... sí que quiero volver.

Tomamos locomoción, ya nos ubicamos un poco en la ciudad. Ronald me cuenta que durante la próxima semana nos llevarán al Vaticano, es una excelente noticia.

Cuando llegamos a la fuente de Trevi, nos fijamos que está lleno de turistas, más que la vez que estuvimos anteriormente, le hago entrega de una moneda para que también pida un deseo, la lanzamos al mismo tiempo. Me quedo contemplándola y no me doy cuenta que Ronald está tomando fotos, comienzo a tomarle yo también.

Recorremos muchas calles, unas que están llenas de florerías, otras de tiendas de ropa, otra con ventas de verduras, frutas... y en la que nos quedamos babeando es una que está lleno de puestos de comida, pastelerías, pizzerías, de comida chatarra, etc... No sé a cual entrar, quiero ingresar a todas.

-¿Cuál? Muero de hambre. —dice el pelirrojo.

-A la pizzerías... y luego vamos por un pastel —reímos, él asiente y me sigue.

Narra Zayn.

 

Me despido de mis hermanas y mi madre, ellas se quedarán en mi casa por unos días. Me voy en taxi hasta el aeropuerto, al momento en que estoy subiendo al avión los nervios y el miedo se apoderan de mí, ¿Qué pasa si dice que no? ¿Qué pasa si ya no me quiere? Estas y un montón de preguntas más están pasando por mi cabeza en estos momentos.

El avión despega, ya no puedo bajarme, debo ser valiente y luchar por el amor de mi vida, para no dejarla ir, no otra vez. ¿Qué estará haciendo? ¿Estará pensando en mí? Cada pregunta que comienza a nacer en mi cabeza, me pone más nervioso, pero también ansioso.

Me duermo la mitad del viaje, lo cual agradezco, necesito llegar bien... aún no sé, que haré, si ir al hotel primero y luego ir a buscarla, o quedarme en el hotel hasta mañana. La azafata me trae un trozo de pastel y un vaso de jugo.

¡Queda una hora! Busco una película que ver para intentar relajarme, ¡Esta mujer me está volviendo loco!

-Señores pasajeros, el avión está por aterrizar, abróchese el cinturón de seguridad, por favor. —comunica una azafata, a través de un parlante.

¿You remember me?, Never let me go. (Zayn y tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora