Capítulo 12

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_ Ahora iré, me encanta la comida que me preparas. Solo dame unos minutos, regaré mis flores, ayer no pude echarle agua. – sonrió a medias y comenzó a regar las que están en la parte de adentro. Luego salió afuera y su respiración se cortó tan pronto vio sus plantas marchitas y partidas a la mitad. _ ¿Qué paso? – dijo arrodillándose con lágrimas en sus ojos. _ ¿Qué sucedió con ustedes? – las lágrimas comenzaron a salir. _ No, no Skyler levántate, tú no puedes... Skyler. – miro a todos lados y no vio rastro de ningún culpable. Se levantó secando sus lágrimas y dirigiéndose a su jefe. _ Necesito hacerle una pregunta.

_ ¿Qué te pasa? ¿Por qué estas llorando?

_ ¿Usted lastimó a mis flores? Las que están en la entrada. – el frunció el ceño y negó. _ Alguien las ha lastimado sin remordimientos. – el jefe salió junto con ella y al verla se sintió mal. _ ¡¿Por qué hacen eso?! La persona que lo hizo sabe perfectamente bien que esa es mi debilidad, que por causa de eso pueden arruinar mi felicidad.

_ Michelle no tienes por qué ponerte así, entiende...

_ Para usted es más fácil decirlo porque no sabe la importancia que son ellas para mí. Usted lo dice así no más porque no es como yo, y mientras no sea como yo, nunca se dará cuenta que ellas también sufren, ellas también son humanas. Alguien las asesinó, en pocas palabras alguien las asesinó.

_ Averiguaré quien fue, no te preocupes. Y no tengo que ser como tú para saber que son importantes para ti, pero se lo mucho que te ha costado mantenerlas así tan lindas. Ya no llores más, volverán a crecer.

_ Esas no vuelven a crecer. Una vez que están así, no vuelven a retoñar, por eso me duele, por eso lloro, porque no volveré a tener una flor similar. Señor, no sabe lo mucho que me duelen mis plantas, me duele, me duele demasiado. – dicho eso volvió adentro, se cambió y salió del restaurante.

_ Michelle, ¿A dónde vas? – dijo el jefe siguiéndola.

_ Voy a un lugar importante. – dijo secando sus lágrimas. _ Vendré pronto, empiecen sin mí. – salió de allí sin darse cuenta que Edmundo la estaba mirando. El escuchó toda la conversación y no entendía la razón por la cual ella se puso así y de pronto la siguió.

Ella caminaba apresurada, como si fuese a llegar tarde a un lugar.

_ Yo nunca pensé que fuera a ponerse así solo por unas plantas. – susurraba el mientras se la seguía. _ ¡Dios mío! ¿Qué he hecho? Si se entera que fui yo estoy seguro que me matara. En ese momento le llego una llamada de su madre diciéndole que acababan de llegar de viaje, que necesitaban verlo con urgencia. Tuvo que dejar a Michelle y desviar su camino. Él estaba desesperado, angustiado por la situación en que se encuentra ella.

Siempre que Joel llega al restaurante le da los buenos días a las flores. Esta vez cuando llego se dio cuenta de lo que había ocurrido y rápidamente busco a Michelle.

_ ¡Buenos días señor! ¿Michelle no ha llegado?

_ Ella siempre viene temprano, pero hoy llego y se dio cuenta lo que mismo que acabas de ver allá afuera y salió, no se a donde fue, no pude preguntarle, no me dio tiempo. – Joel se quedó pensativo. _ ¿Sabes a dónde fue?

_ No, o tal vez sí, pero no estoy seguro.

_ ¿Qué sabes?

_ Esas flores que ahora ya no están, representan a unas personas importantes para ella. Así me lo hacía saber si no estoy equivocado.

_ ¿No sabes cuales personas?

_ No señor, no lo sé. – ambos se quedaron intrigados, querían saber dónde estaba ella, pero... nadie sabía.

Cuando Edmundo llegó a su casa su madre lo recibió con un beso en la frente, su padre le dio un abrazo.

_ ¿Qué sucede? ¿Por qué tanta urgencia en verme? – preguntó sonriendo.

_ Hijo, tenemos un viaje en unas horas para México.

_ Aja, ¿Y qué paso?

_ Tienes que ir con nosotros. – abrió sus ojos negando. _ Tienes que venir a la junta familiar de gerentes mexicanos más importantes para nuestra empresa. Quieren conocerte y yo creo que ya es hora de formalizar tu puesto en el trabajo y dejar de andar de vagabundo. – dijo su padre y el negó.

_ ¿No puedes cancelar? Estoy en un asunto importante en estos momentos.

_ Cancela ese asunto importante.

_ ¡Nojombre papá! Vayan ustedes, yo no puedo salir hoy.

_ Tienes que ir también porque vamos a formalizar tu relación con la hija del presidente de Avon, y poner fecha para la boda. Ya basta de amores pasajeros. Eres un adulto ya.

A Edmundo se le cayó el cielo entero tan pronto escuchó que tenía que casarse.

_ ¿Casarme papá? Yo no estoy preparado para eso.

_ Tienes que casarte con esa chica, ya van más de dos años de relación, tómala a en serio hijo. – dijo su madre.

Simplemente vivir ©️ (Completa)Where stories live. Discover now