Capítulo 09

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_ Te desmayaste y no tuve otra opción que. – ambos miraron a la ventana, ella se levantó enojada.

_ ¿Qué hiciste? ¿Por qué lo hiciste? Yo puedo ser la encargada del restaurant, puedo dormir aquí, pero eso no impide que me descuenten el sueldo por esa ventana rota. Me descuentan y hasta podría perder mi empleo. – se acercó a la ventana furiosa. El fingió no importarle la situación de ella. El fingió darle igual, aunque por dentro se moría de las ganas por conocer la razón por la cual ella tuvo el desmayo aunque ella, ella también fingió haberle dado igual, despertar e irse por el tema de la ventana, evitando que él le hiciera algún tipo de interrogación, algún tipo de preguntas. Ambos, sabían fingir muy bien.

_ Puedo arreglarlo ahora mismo si es posible, descuida, no perderás tu empleo. Diré que fui yo y explicaré las razones por la cual lo hice.

_ ¡Ni loco vayas a decir que me desmayé! Y si lo haces, eres hombre muerto. – señaló su frente con su dedo índice. Edmundo se sorprendió y lo único que hiso fue sonreír.

_ La única razón por la cual tuve que romper la ventana fue porque... porque... pues porque había un tipo aquí adentro que quería abusar sexualmente de ti, yo estaba viendo y entré para evitarlo.

_ ¿Dónde está ese tipo? – preguntó ella con sus brazos cruzados.

_ Escapó cuando escuchó el ruido de los vidrios. – ella negó y fue por una escoba para limpiar.

_ Eres malo mintiendo, ni siquiera sabes fingir bien. Puedes mentir todo lo que quieras, pero tus ojos siempre dirán la verdad. – él se quedó pensativo y recordó todas las veces que mintió y todos le creyeron. _ Cuando hablo con una persona le miro directamente a los ojos, porque los ojos y las expresiones nunca mienten. Mi jefe es atento como yo, así que yo me encargaré de mentir.

_ ¿Cómo lo harás?

_ Diré que yo estaba limpiando, hice un mal movimiento y el vidrio cayó a mis pies. – El tomo su cabello y sonrió.

_ Esa es una mentira que nadie se creerá. Tienes tiempo trabajando aquí y, ¿ahora es que vas a hacer un mal movimiento? – ella se quedó mirándolo fijamente a los ojos y el por primera vez en su vida se puso nervioso. _ ¿Por qué me miras así? No, no entiendo porque me miras de esa forma. – bajó su rostro sonriendo.

_ Eres un cobarde, no puedes sostener la mirada fija ante una mujer, eso, me da mucho que pensar. Sé que estas ansioso por saber la razón de mi desmayo, solo imagina que estoy embarazada y eso es normal, ¿ok? Ahora sí, puedes irte, yo me las arreglaré. – él se quedó con la boca abierta al escuchar que ella estaba embarazada. Entonces no tuvo otra opción que salir de ese lugar. Ella quedo en completa soledad y se fue al depósito a beber una pastilla para dormir. Al día siguiente, al salir se da cuenta que ya el vidrio está arreglado.

Un hombre estaba arreglándolo, detrás de él estaba Edmundo observando, le dio unos billetes al señor y lo despidió. Al verla a ella sonrió y la saludó.

_ ¿Cuánto tiempo tienes aquí? Osea, para arreglar un vidrio no se pudo haber tomado diez minutos.

_ Solo dos horas, llegamos a las cuatro de la mañana, porque tengo entendido que tu jefe llega a las seis y media. – ella se sorprendió y luego sonrió. _ Yo no podría aceptar que te culparas o perdieras tu trabajo por mi culpa, sino después, ¿Cómo ibas a trabajar para mantener a tu futuro bebé? Por cierto, ¿Cuántos meses tienes?

_ Puedo llegar a responderte de una manera que no querrás preguntar nada más sobre mi vida pero no lo haré, no lo haré porque ahorita mismo tengo que limpiar, acomodar las mesas y echarle agua a mis flores.

_ Lamentablemente ya se adelantaron. – Michelle se sorprendió y salió a mirar sus flores, se dio cuenta que ya Edmundo había echado agua. _ Lo hice mientras que el señor acomodaba el vidrio. Te ahorras un trabajo más. – ella sonrió y comenzó a acomodar las mesas, el, sin ella pedírselo comenzó a ayudarla también. Terminaron de limpiar rápido.

_ ¿Qué pretendes? ¿Entrar a trabajar? – preguntó ella con sarcasmo.

_ Solo pretendo ayudarte por tu embarazo, no deberías hacer mucha fuerza. – ella sonrió, porque el creyó aquella mentira que por excusa ella le dijo.

_ Bien, te lo agradezco mucho. – al terminar él se despidió y se fue. Todos comienzan a llegar a trabajar y nadie notó lo que había acontecido. Ella continúa evitando a Joel, ni siquiera sabe porque, pero lo hace. Al llegar sus horas libres va al parque a trotar como siempre. Después de un trote se sienta a descansar y Edmundo aparece a su lado. _ ¿Qué... Haces... aquí? – preguntó con pausas y con sus ojos cerrados.

_ Miraba como trotabas. Además, quise entregarte esto. – le extendió un jugo de naranja pasteurizado.

_ Ve, no te lo aceptaría, pero lo voy a hacer porque no soy orgullosa, y de verdad lo necesito. – tomó el jugo y le echó una jalada. _ Está muy bueno, deberías traerme más todos los días, porque solo hoy no me da sed. – él sonrió sintiéndose el Dios del cielo, pensaba que ella ya estaba en sus manos.

_ Te traeré uno todos los días, cuando quieras y cuando gustes. – colocó sus codos en sus rodillas. _ ¿Dónde están tus padres? – ella respiró hondo y cambio su mirada.

_ No preguntes cosas que después no hayas que hacer con las respuestas. – él se quedó un poco confundido. _ Deja de hacer preguntas, y dime, ¿Por qué me sigues?

_ Es simple, me agradas.

_ ¿Fastidiarme te agrada?

_ ¿Soy un fastidio para ti?

_ Honestamente si lo eres.

_ Yo no esperaba ser eso.

_ ¿Qué esperabas?

_ Esperaba ser una persona a la cual no dejes de pensar y añorar siempre.

_ Creo que te equivocaste.

_ Yo nunca me equivoco. Siempre que tengo algo en mente termino cumpliéndolo.

_ Puedes cumplir todo lo que quieras pero que no tenga que ver conmigo.

_ O sea, ¿Cómo te explico que es a ti a quien quiero tener?

_ Mientes, tienes novia, o, ¿eres de esos que le gusta tener de dos novias?

_ Yo no tengo novia.

_ La otra noche dijiste que irías al restaurante con tu novia.

_ Solo lo dije para ver tu expresión.

_ De seguro eres de esos chicos que solo buscan tener sexo y ya.

_ ¡Tampoco soy así! Cuando me intereso en una persona, es solo en una persona, estoy interesado en ti, y hasta que no seas mía no te voy a dejar tranquila. – hubo un largo silencio, ella lo miraba con su ceño fruncido. El la miraba con una sonrisa tierna.

_ Eso quiere decir que, ¿estás enamorado de mí? 

Simplemente vivir ©️ (Completa)Where stories live. Discover now