XXXVII. El muro, la fuerza y la valentía

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Miércoles 9 de abril de 2014

[Punto de Vista Niall]

"Todo va a arreglarse".

Las palabras que Alice había pronunciado la noche anterior, ante mi perplejidad, no dejaban de resonar en mi cabeza. Me sentía realmente confundido, pues no acertaba a adivinar a qué había venido esas acciones de Alice. Aparecer de la nada, convencerme de cosas que creía haber olvidado y marcharse de pronto, probablemente con el corazón roto.

Di media vuelta en el colchón hasta quedar tumbado boca arriba y desplacé mi brazo derecho hacia la almohada, dejándolo sobre ésta, al lado de mi cabeza. Tomé aire profundamente y lo dejé escapar de igual manera.

"Todo va a arreglarse", me repetí a mí mismo.

¿Era eso lo que quería? ¿Que todo se arreglara? Chloe no se había marchado de mi cabeza, ni de mi corazón, ni cada centímetro de mi piel. Aún podía identificar su olor entre mis sábanas y parecía estar escuchando su risa en el salón. Seguía muy presente, igual que lo había estado desde aquel primer día, cuando nos conocimos.

Suspiré. La echaba de menos, pero empezaba a aprender a vivir sin su presencia. Tenía más que asumido que las cosas entre nosotros nunca funcionarían; su inseguridad, sus miedos, sus continuas sospechas y dudas nos lo habían impedido desde hacía un tiempo atrás. ¿Cómo arreglar todo eso?

"Todo va a arreglarse". La voz en mi cabeza, en esa ocasión, pareció estar reprendiendo mi último pensamiento. "Todo va a arreglarse", insistí, puede que incluso creyéndomelo.

La echaba de menos. ¿Aprender a vivir sin su presencia? La echaba de menos a rabiar.

Cerré los ojos y pensé en sus gigantes ojos azules mirándome de cerca.

Sus pequeñas, suaves y delicadas manos acariciando mi rostro como sólo ella había sabido hacer.

Su pelo rubio cayendo a lo largo de su espalda, donde solía enredar mis dedos.

Su sonrisa cuando conseguía hacerle feliz.

Su aparente indiferencia cuando la sacaba de sus casillas.

Su despertar.

Nuestros despertares.

El banco de su universidad donde siempre me esperaba, de pie.

Nuestros dedos meñiques unidos mientras caminábamos el uno al otro del otro.

En días como aquel echaba de menos incluso su mal humor.

- Chloe... -pronuncié su nombre en voz alta, sin abrir los ojos-. Oh, Chloe, ¿qué vamos a hacer?

"Todo va a arreglarse".

Sí. Podía arreglarse.

"Todo va a arreglarse".

"Todo va a arreglarse".

"Todo va a arreglarse".

Lo creí. Lo creía firmemente. Todo iba a arreglarse.

[Punto de Vista Alice]

- ¿Chloe?

Interpelé a mi amiga en busca de una respuesta cuando puse un pie en casa. Esperé una contestación que no llegó y supuse que había salido, lo que significaba que estaba sola entre esa multitud de paredes construidas a las que había llamado "hogar" durante más de un mes.

En esos momentos, sólo me parecían un montón de paredes construidas. Del mismo modo que el mundo sólo me parecía un montón de agua, unido a un montón de tierra, donde unos cuantos millones de seres estúpidos se encontraban, se conocían y se hacían daño.

More than this | Fan-fic de Louis TomlinsonWhere stories live. Discover now