XXVIII. No lo permitas (2/3 maratón)

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Jueves 27 de marzo de 2014

[Punto de Vista Alice]

Descendí los cuatro escalones que se encontraban tras la puerta de salida a la calle con la vista puesta en Louis, situado unos cuantos metros por delante de mí y con la compañía de una imponente muchacha rubia que no reconocí. Apreté los dientes cuando ésta levantó su mano para posarla en el hombro de Louis y aceleré mis pasos para llegar hasta él cuanto antes. Lo último que necesitaba en esos momentos era tener competencia a la hora de irme con Louis a casa.

Supuse que había escuchado mis pasos tras de sí cuando se giró para mirarme. Tendió su mano hacia mí cuando estuve cerca y la cogí sin miramientos, queriendo dejar claro a quién pertenecía el chico de los ojos azules esa noche.

- Oh, no sabía que tenías compañía -comentó la rubia, visiblemente desilusionada.

Mi yo interior quiso golpearla con fuerza en la cara pero la sensatez que siempre me había caracterizado detuvo esas intenciones de golpe. Sonreí con suficiencia y me acerqué más a Louis.

- Alice, te presento a Taylor. Es una vieja amiga.

- Encantada -dije, con retintín. Estrechamos nuestras manos con apatía y busqué la mirada de Louis-. ¿Nos vamos?

Cogió con más fuerza mi mano y asintió, concediéndome la seguridad que me urgía sentir.

- Si queréis puedo unirme.

No retiré la mirada de Louis cuando la proposición de la rubia llegó hasta nosotros. Unos ingentes nervios se adueñaron de mi cuerpo al observar el brillo que se había instalado repentinamente en los ojos de Louis ante esa propuesta, la misma que yo le había realizado el día anterior. Supliqué de mil maneras diferentes que fuera capaz de entender que no era el día apropiado para ello sin que tuviera que darle una negativa.

- Quizá otro día -murmuró, finalmente.

Le ofrecí una cálida sonrisa y tiré de nuestras manos unidas con el objetivo de alejarnos de allí sin tener que escuchar nada más por parte de su "vieja amiga". Pero no calló.

- ¿No quieres, preciosa? -Taylor se dirigió a mí y la miré con desagrado-. ¿No te van los juegos de los mayores?

Enarqué una ceja.

- ¿Perdón?

Su mirada, pese a mi pregunta, se dirigió a Louis.

- Esa chica un poco cortada para ti, ¿no? Qué sorpresa.

Abrí la boca todo lo que fui capaz y sentí cómo la sujeción de Louis en mí se hizo más fuerte, quizá tratando de que no perdiera los nervios, pero mis peores temores salieron a la luz de la peor forma posible y no pude controlar mi mal carácter, mi peculiar humor ni las ganas que sentía de que personas como ella desaparecieran de mi vida y de la vida de Louis. Por eso me encaré a ella.

- Tu amiga tiene razón, Louis, ¿por qué eliges a una chica tan cortada como yo y no a una sinvergüenza como ella? -Bramé.

Louis se colocó frente a mí en cuanto esas palabras salieron de mi boca y me cogió la cara.

- ¿¡Pero qué haces!?

Mantuve mi vista puesta en una Taylor que parecía haber perdido la cabeza.

- ¿Qué me has llamado?

Louis se interpuso entre nosotras y lo agradecí profundamente. Después de mi triunfante comentario no necesitaba añadir nada más, mucho menos meterme en peleas absurdas que no llevaban a ninguna parte. Di media vuelta y Louis se colocó detrás de mí, aferrando con fuerza mi abdomen y obligándome a seguir caminando mientras las voces de Taylor seguían llegando hasta nosotros.

More than this | Fan-fic de Louis TomlinsonWhere stories live. Discover now