Trouble

{ D I E C I N U E V E }

En el avión, JiMin tenía su cabeza recargada en Ten, notaba su decadencia y le rompía el corazón. Recordaba siempre a ese niño alegre que saltaba cuando le regalaba paletas rosas.

Había dejado de trabajar en su equipo cuando se dio cuenta que no podría vivir como alguien normal si alguien se enteraba de lo que hacían, entonces salio del grupo en busca de un trabajo decente.

Al contrario, JiMin se dio a conocer a todos. Demostrar lo que hacia como podía hacerlo. Se alegró en cuanto se enteró por HoSeok que se casaría, no había entrado en detalles y ahora que lo hizo, solo quería que su niño estuviera bien.

Al llegar al apartamento de Kun, JiMin ya estaba dormido de nuevo. Recordaba sus depresiones adolescentes. Queriendo suicidarse por no ser suficiente para sus padres.

Recordaba que dormía demasiado y estaba en esos momentos. Sentía que regresaba en el tiempo.

Al arropar a JiMin en su habitación, salio encontrándose con Kun y una mueca de desagrado.

—No puedo creer que haya pasado todo eso en un solo día.— mencionó sentándose en el sofá. Ambos conocían al pequeño por mucho tiempo, se sentían tan mal por los acontecimientos.

—Gracias por esto.

—NamJoon no se rendirá — negó frustrado, esperaban que funcionara su plan. — No creo que nos encuentre aquí, lo buscara cerca sin esperarse que esta en otro país.

—Será difícil adaptarse. Sabes que JiMin nunca quiso mudarse a China, prefirió huir a Estados Unidos.

—Al menos ahora están aquí.

NamJoon estaba molesto, no había nada.

—Hay indicios de que estaban ahí, la descripción del lugar en el que estaba encerrado AgustD concuerda con el lugar e incluso había ropa. Además, tenemos a uno de sus aliados.

—¿Ya soltó información?— NamJoom se acerco a Jeno que le daba los informes, era el encargado de esa misión.

—No, señor. Sigue diciendo que no sabe nada.

—Debe ser alguien de confianza.

—Por lo que se investigo, eran amigos o algo así, se nota que le tiene cariño.

NamJoon comprendió eso, por eso no soltaba nada, si le tenía aprecio haría lo que fuera para no  encontrarlos. —¿Lo torturaste?

—Por mas golpes y amenazas, no confiesa.

—Retirate, tienes trabajo que hacer— se sentó de nuevo detrás de su escritorio con unos papeles encima— Haz que desaparezca definitivamente. No nos sirve de todas formas.

|| Es corto pero a partir de aquí entran a una nueva etapa, por lo cual, es necesario||