Trouble

{ C U A T R O }

JiMin ajustó su chaqueta mirando su objetivo. Se encontraba a unos metros del hombre que lo hacía delirar en sus sueños. Aquel con el que fantaseaba todo el tiempo.

Se encontraba fumando en una calle que difícilmente era transitada. El hombre estaba recargado en la pared, soltando el humo del cigarro de una manera sensual y relajada. Disfrutaba de su tranquilidad.

Las botas de tacón de Kitty sonaron anunciando al otro su presencia. Este alzó su mirada fijándose en como acomodaba su cabello rosa hacia atrás y con un contoneo sexy de caderas, se acercaba lento hacia él.

JiMin debía fingir pero mentiría si no dijera que por dentro estaba retorciéndose de felicidad por al fin tener esa mirada puesta en su persona.
Recordaba que había hecho que las personas hablaran de él, solamente para que de casualidad ese guapo asesino pudiera saber de su existencia. Por eso le encantaba usar ropa tan llamativa, ajustada para resaltar su figura y brillante para tener todas las miradas en él.
Con el tiempo, aprendió a amar toda esa atención, sin embargo, no era suficiente ya que no era su principal motivo. Y ahora que se encontraba frente a él, no podía estar más que feliz que paseara deseoso su mirada por su esbelta figura.

-¿Que hace aquí tan solo?- preguntó Agust fijándose en como pasaba frente suyo. El chico de labios gruesos se detuvo y en una pose demasiado seductora, le sonrió.

-No estoy solo si esta aquí- lo señaló con sutileza y se acerco un poco a donde estaban.

Agust lo analizó con la mirada fijandose especialmente en sus tonificadas piernas.-¿Sabes algo?

Kitty alzo una ceja curioso por lo que diría el mayor.-¿Qué cosa?

El peligrosa se acercó al mas alto para verlo bien a la cara, sus facciones estaban mucho mas definidas de cerca, se veía mas imponente y un total seductor, con esa sonrisa de lado y su cabello rubio desordenado casi tapando sus ojos.

-Pienso que te verías bien en medias negras.- la sonrisa que le dedico fue mucho mas brillante para después morder su labio y vio el brillo en sus ojos a la expectación de una noche de pasión. Podía notarlo en todo su esplendor.

Aunque el hombre claramente le estaba ofreciendo algo meramente sexual, Kitty se sintió satisfecho, porque aunque se había enamorado de Agust, de tal manera que rozaba lo obsesivo, tenía al hombre donde siempre lo había querido. Este se acercó para tomar su cintura y acercar sus cuerpos.

Agust no podía negarse a un hombre bonito y ese era uno de los mas bonitos que había visto en su vida, aunque le pareciera ridícula su vestimenta, él la hacía lucir sexy y resaltaba de una manera espectacular. Tal vez si fuera otra persona con la misma ropa, se burlaría pero tenía a la representación de seducción en persona.

-Podría ponerme unas otro día - este sonrió de una manera tan infantil que hizo sentirse mas excitado de lo que estaba, el chico era multifacético pero lo bueno era que podía cambiar de actitud sin parecer un lunático o verse mal.- Para ti.

Agust asintió viendo los labios brillosos de Kitty, tenían un color tan esplendido y quedó embelesado por la gran combinación. Su rostro total era una belleza, con ojos muy rasgados y pequeños, su nariz de botón y labios abultados.

-Pero tendrá que ser otro día- se separó bruscamente del hombre para sonreirle de lado y empezar a caminar lejos.- Mañana aquí a la misma hora.

Agust estaba sorprendido, no entendía que había sucedido y solo pudo admirar el trasero del chico y como se movía de un lado a otro alejándose y perdiéndose en la oscuridad de la noche.

Con un gruñido se reprocho a si mismo que había perdido la oportunidad de deshacerse de su molesta erección.

Pero estaba ansioso por lo que le esperaba el siguiente día.

-¿En serio te llamas Cooky?- la risa de la chica resonó en él departamento del pálido donde su primo y el joven aprendiz habitaban por un tiempo.

Alzó una ceja al ver como los mas grandes se burlaban del pequeño Cooky por su nombre pero pudo notar la perseverancia y seguridad de este, a pesar de las burlas y las charlas sobre ser un asesino temible -cosa que no llegaría con ese nombre- seguía firme en su decisión respecto a su nombre.

Agust había llegado a su hogar con una terrible erección pero gracias a lo que podía llamar familia, esta había bajado. Nunca iba a admitirlo pero le reconfortaba llegar a su departamento lleno de luz y alegría. Cuando vivía solo no sabía cuan importante podía llegar a ser la comunicación y compañía. Aunque le molestara y preocupara que podía llegar el momento que no estuviera para ellos, sabía que eran unas personas fuertes y lo superarían de la mejor manera, al fin y al cabo todos trabajaban en lo mismo y conocían los riesgos.

Se sentó junto a ellos pero sin prestarles atención, aun en su mente rondaba la hermosa imagen mental de aquel chico pelirrosa. Había sentido cierta aura peligrosa pero a la vez excitante que le había llamado la atención y aunque lo negara, había atrapado sus pensamientos más de lo que debería.

-¿Qué tal tu búsqueda? -preguntó la chica curiosa de la actitud de Agust.

-No encontré al socio que me facilita la información - suspiró de mala gana recordando que tendría que complicarse mas las cosas. Al parecer había tenido que visitar la prisión por décima vez, por lo tanto, debía buscar a alguien de confianza o pedir recomendaciones.

-JaeHyun Hyung me dijo que conoció a un chico que es experto en información- hablo Cooky rascando su barbilla al tratar de recordar todo lo que había dicho- ¿Cómo se llamaba? ¿J-Horse? Realmente no me acuerdo, dijo muchos apodos casi iguales.

-¿Me harías ese favor?- pregunto Agust y los ojitos de Cooky brillaron con emoción como si fuera un niño realmente pequeño con un nuevo juguete.

El mas joven asintió para retirarse. Agust quiso arrepentirse porque sabia lo que sucedería después pero decidió aguantar lo que le tocara.