yeppeun noona ; jjk

t h i r t y s e v e n

;jungkook

Una fría sensación en el cuerpo hizo que me removiera entre las cobijas tratando de buscar en estas el calor que tenía hace unos momentos sin éxito, inmediatamente gruñí y alcancé a escuchar una risilla a lo lejos. Al parecer alguien ya se había levantado.

— Cinco minutos más, ¿sí? — Dije a sabiendas de que Bong estaba a mi lado burlándose de mí. Al no recibir respuesta abrí el ojo izquierdo a medias encontrándome con la sonrisa más hermosa y unos ojos de media luna que me traen sin duda loco.

— Despierta ya, Jungkookie. — Sonreí feliz al escuchar ese apodo, no me había llamado así desde que eramos sólo unos niños, y a eso súmenle el hecho de que su tierna voz se encontraba algo ronca después de haber despertado. Y después de haber tenido una noche completamente movida. Cielos, no podía creer que lo hiciéramos tres veces, todo había sido tan caliente y perfecto. Luego de haber terminado Bong me dio medicina ya que parecía que me iba a dar temperatura de nuevo, y cómo no, ella misma me dejaría en una tumba.

— Noona, ¿cómo puedes estar despierta? — Estiré mi cuerpo escuchando como mis huesos tronaban, reí al sentir mis piernas salir del colchón, su cama era algo pequeña para mi complexión. Todo el ejercicio que no había hecho en éstas semanas fue pagado con lo de anoche, y aunque mis piernas y cadera se sentían cansadas, no podía quitar la sonrisa de mi rostro. Estaba demasiado feliz. O al menos hasta que me cayó el veinte, de inmediato abrí los ojos y miré a mi noona preocupado. — ¿Estás bien? ¿Te duele algo? Fui algo agresivo anoche, lo siento, noona.

Como un rayo me senté en la cama y tomé su sonrojado rostro entre mis manos. Una sonrisa más grande que la otra se formó en su carita, rió asintiendo. — Duele un poco, pero puedo lidiar con eso, así que tranquilo y no te preocupes... — Sus labios hicieron una sonrisa tranquilizadora, más sin embargo no me sentía para nada tranquilo, obviamente esperaba que yo le haya dado la mejor experiencia sexual en la vida. Y pensándolo así, ¿con cuántos hombres habrá estado mi amada noona? ¿Quién fue su primer beso? o ¿su primera vez? ¿La habrán apreciado y amado justo como yo lo estoy haciendo? Agh de tan solo pensar a Bong con alguien más hace que me hierva la sangre... — Hey... te dije que no te preocuparas. — Sus labios se posaron en mi nariz dándome un tierno beso, desperté de mis horribles y celosos pensamientos para mirarla. — Dime, ¿tienes hambre? ¿qué se te antoja?

Sonreí ladino. — Hmm, ¿me harás de desayunar, noona?

— Créeme que si sigues mirándome así voy a desayunar tus besos y no comida, así que dime ya qué quieres, Jeon Jungkook.

Uh, me agrada mucho este lado de Bong.

No aguante la risa, era tan adorable con su puchero y su ceño fruncido mirándome en un intento de ser amenazante. Si estas eran sus amenazas, entonces no me importaría arriesgar mi vida si ella es la que me matará a base de besos. En un rápido movimiento empujé a Bong, quien estaba sentada, en la cama y me coloqué encima de ella, obviamente sin aplastarla. Sus ojos se abrieron como luna llena por la impresión y sus mejillas enrojecieron al verme acercarme a ella a tal punto que la distancia era casi inexistente. Me tomé mi tiempo para admirarla, cada detalle de su rostro parecía tan perfecto, sus imperfecciones hacían de su rostro único y especial. Cielos, sí que estaba enamorado.

— ¿Ah sí, noona? — Mi susurró quedó atrapado en medio de nuestros alientos, ambas respiraciones se mezclaban gracias a la distancia. Desde aquí podía escuchar el rápido latir de su corazón y aún mucho más el mío. Siendo honesto me estaba costando respirar, pero vamos que tenía que verme cool enfrente de mi noona, así que Jeon Jungkook deja de ser un niño pequeño y nervioso y saca ese poder en tu interior. — ¿Me harías el favor de prepararme unos hermosos besos de tus labios para el desayuno? Mis labios rugen por muchos de esos.