t w e n t y t h r e e

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[nota importante al final, lean plotz:3, sí Mochi te obligo a leerlo también.]

; bongsun

— ¿puedes... explicarme por favor... qué sucede? — Susurré por fin. JungKook ya había terminado su café y yo ni siquiera lo había tocado de la impresión.

— ¿a qué te refieres, Noona? — Colocó la taza vacía en el fregadero para luego acercarse a mí y sentarse a mi lado, su mano tomó las mías y las acarició con suavidad. Estaba segura de que en cualquier momento me daría un ataque cardiaco, JungKook obviamente lo notó y al parecer cayó en cuenta de algo muy importante, pues sus mejillas tuvieron más color y el nerviosismo salió de sus poros. — ¿n-no lo recuerdas?

— ¿No recuerdo qué, Kookie? — La desesperación se escuchaba en mi voz, mis manos tomaron las suyas con fuerza. JungKook sonrió divertido debido a mi reacción, tomó mi mano besándola con sus carnosos labios.

— Es un secreto, Noona.

¿Secreto? Maldito mocoso.

— Secreto mi plano culo, JungKook, ¿qué pa--? — Jadee en sorpresa nuevamente, sus labios se habían estampado con los míos callando mis quejas por completo. Cada vez que JungKook me besaba era como una nueva aventura llena de misterios y experiencias nuevas, las sustancias químicas nadaban felices y emocionadas al expandirse por mi cuerpo cada que a JungKook se le ocurría hacer algo que me hacía explotar. Era un beso tranquilo, era como si apenas rozara mis labios con el pétalo de una rosa, el sabor a café hacía saltar mis papilas gustativas tan exquisita y deliciosa. Me encantaba esta sensación, no podía negarlo.

El cóctel de emociones que provocaba JungKook en mí me hacía arrepentirme de todo lo que dije acerca del amor, antes creía que era una mierda total, pero vaya, no me importaría terminar con el corazón roto si en el camino a eso sentiría esta clase de placer y belleza con solo un beso.

— Me encantas, Park Bongsun. — Susurró contra mis labios provocando que nuestros alientos se combinen. Sip, ya estoy muerta. Jeon JungKook me acaba de matar. Aún seguía con ganas de saber que demonios había ocurrido, pero vamos, tener a JungKook a esta distancia me hace querer hacer otra cosa que preguntar sin cesar y no recibir una respuesta racional a cambio. Con todo el rostro quemando, sonreí y esta vez fue mi turno para lanzarme a sus labios. Sus manos acariciaron mis mejillas y cuello con dulzura y las mías se enredaron en su húmedo cabello. El sonido de televisión al fondo sonaba bastante alta, haciendo recordar que en realidad no estábamos solos. Me separé lentamente de él, sus ojos se mantenían cerrados y sus mejillas sonrojadas, una hermosa sonrisa cruzaba sus labios de una forma tan perfecta que morí por besarle nuevamente, sin embargo me contuve.

— Algún día me dirás, ¿no es así?

Abrió sus grandes ojos y puso una expresión de pensar algo, luego bajo la mirada a mi café y pan sin tocar y se encogió de hombros. — No lo haré nunca si no tomas ese delicioso café que te preparé con mi corazoncito y si no comes ese pan hecho por los mismos dioses.

Puse los ojos en blanco, pero aún así obedecí, no por la amenaza, si no porque realmente mi panza rugía por algo de comida. JungKook sonrió complacido al verme comer por fin, se levantó rápidamente para ir por una lechita de banana al refrigerador y luego regresar a su lugar junto a mí. En lo que disfrutaba mi café, Kook sacó su celular y me mostró su lado de niño pequeño obsesionado con los juegos, luego conectó sus audífonos colocando uno en mi oído y el otro en el suyo.

— Últimamente he escuchado mucho esta canción. — Colocaba canción tras canción, cada una más bella que la otra, estaba realmente sorprendida, JungKook tenía un gran gusto musical. Escuchaba algo como pop en baladas, o canciones muy emocionantes que te daban ganas de saltar por todo el departamento, y por alguna razón, me sentí como si volviera al instituto, solo que esta vez me sentía bien y no con ganas de lanzarme de un edifico.

yeppeun noona ; jjkWhere stories live. Discover now