n i n e

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; Bong-sun

- Gracias por la cena, madre, de verdad la disfruté. - Susurré en su oído mientras la abrazaba con fuerza, ella río y asintió emocionada.

- Ya era tiempo de que vinieras por fin, me alegra mucho que te hayas aparecido por aquí. - Le devolví la sonrisa enredándome más en su cuerpo. Oh bueno, así era hasta que una mano comenzó a jalar con insistencia mi blusa, molesta me separé de mi progenitora para encontrarme con un Jimin con sonrisa molesta.

- ¿Qué quieres, nalgón?

El apodo claramente le afectó, pero disimuló la molestia y otra sonrisa se extendió por su rostro. - Pues mira, primero quiero terminar los estudios, encontrar trabajo, casarme y tener muchos Jimincitos. - Mi madre rió y yo lo miré con una ceja alzada causando otra risa de parte de mi hermano. - Pero si te refieres a este momento, quiero abrazar a mi madre, con permiso. - Y así como así me arranco de los brazos de mi madre con solo una mano y luego se enredó en ella como mono. Mi madre aceptó el abrazo gustosa, un sentimiento llamado Celos comenzó a molestar, ese era mi momento con ella, ¿qué le ocurre?

- Que inmaduro, Jimin.

- Habla la voz de la madurez. - Tres voces resonaron por toda la habitación atacándome. Mi padre había aparecido de la nada y le dio unas palmadas a la espalda de Jimin, quien aún estaba como chinche con mi madre. Abrí la boca ofendida.

- ¿Qué les pasa? Soy madura. - Las carcajadas llenas de incredulidad resonaron nuevamente, tanto que hasta lágrimas comenzaron a desarrollarse en los lagrimales de mis padres. Me crucé de brazos molesta, ¡soy madura! Bueno, o algo así... okey siendo sincera tal vez la madurez no está dentro de mi fuerte, pero ¡hey! Yo debería burlarme de mi propia inmadurez, no mi familia.

- ¿El chiste estuvo bueno?

Jimin asintió con energía mientras mis padres fingían limpiar las lágrimas de sus ojos. - Admítelo, Bong, fue gracioso.

Sin evitarlo una sonrisa se incrustó en mi rostro, la felicidad bailaba energético en todo mi sistema. Realmente había pasado mucho tiempo desde la última vez que vi a mi hermano, desde que él se burlara de mí y que yo lo callara a golpes, desde la última vez que mis padres nos veían a ambos con burla y diversión. Y lo extrañaba demasiado. Ojalá Jihyun estuviera aquí también...

Así que esa noche abracé a mi hermano menor como nunca antes lo había hecho, le di su merecido golpe de cada día y lo miré con orgullo y amor familiar. Aunque seamos sinceros, él terminó por incomodarse y golpearme para que separara mi "persona cambray" de su "perfecta persona". * Fue divertido y bonito mientras duró.

Después de estar un rato más con mi familia, decidí irme a casa. Llegué y saqué mis zapatos como prometí hacerlo más temprano, tomé una ducha relajadora y después dormí como morsa. A la mañana siguiente, todo era perfecto.

Por primera vez desde el accidente de Sohyun podría quitar ese estrés de no tener a alguien junto a mí, necesitaba compañía en mi solitario corazón, y no, no la compañía del sexo masculino. Me levanté con muy buen humor, tomé una ducha y me arreglé con mucho gusto, en vez de tomar café decidí cambiarlo por un té verde y después salí de mi departamento saludando a todos a mi paso.

- Está de buen humor, Park Bong-ssi. - Dijo el recepcionista al verme, sin dudar sonreí amable mientras trataba de disimular mis sonrojadas mejillas, asentí avergonzada con la cabeza. Mi camino a la empresa había sido tranquilo, el universo había decidido que el cielo estaría un poco soleado, con el calor suficiente para estar cómoda y no sudando por todos lados. Y realmente adoraba eso.

yeppeun noona ; jjkWhere stories live. Discover now