t h i r t y f i v e

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;bongsun

Exploté.

Exploté en cuerpo y alma.

Exploté en cuerpo y alma cuando sus fuertes y venosas manos jalaron con fuerza mi rostro al suyo para así juntarlos en un beso, uno como de los que sólo Jeon JungKook sabe dar, tan delicioso y tan suyo. Al principio solo había sido un roce, un roce que incrementó en menos de tres segundos al notar como nuestros labios se habían extrañado tanto que no logramos controlar la fiereza de los mismos.

Inmediatamente apagué mi cerebro y me dediqué completamente al tacto, sentirlo en su totalidad. Sus manos de pasar a mis calientes mejillas, bajaron con lentitud por todo mi húmedo pecho hasta descansar en mi cintura, apretando sus dedos juntándome con más fuerza a él provocando que el agua de la tina salpicara y cayera por las orillas. Sin darle importancia me dejé tocar y magullar mientras mis manos continuaban explorando desde su sedoso cabello hasta el inicio de su duro pecho.

El primer gemido salió de mi ser al sentir sus manos bajar hasta mi trasero y apretarlo sin vergüenza por debajo del agua, haciéndome recordar que ese día llevaba una falda tan primaveral que parecía que el frío era inmune a mi cuerpo. Pero otra vez no me importo en absoluto eso, el deseo de que esa molesta prenda desapareciera vino de repente al igual que el resto de mi ropa.

— JungKook... — Logré susurrar al momento en que sus labios se separaron de los míos para dirigirse de inmediato a mi quijada, deslizándose deliciosamente con besos hasta el inicio de mis clavículas. Haciendo caso omiso a mi llamado, el pequeño mocoso continuó con los besos tortuosos, provocando las mismas sensaciones que sentí el día en mi oficina. Sabía que afuera hacia un frío terrible, aún podía oler la tierra mojada rastro de la tormenta que cayó casi todo el día por debajo de la deliciosa loción del mocoso debajo mío. Aún así todo frío que sentía hace unos minutos desapareció en un dos por tres, dándole paso al calor.

Sin saber por qué mi lado desesperado salió de repente, quitando a JungKook de mi cuello para hacer que volviera a mis necesitados labios antes de que mis manos tomaran las orillas de mi camisa para finalmente retirarla. ¿Qué estaba ocurriendo conmigo misma? No lo sabía, y en ese momento no me importaba en absoluto.

Nada me importaba, sólo él, solo Jeon JungKook.

Sus labios se separaron de los míos, abrí los ojos encontrándome con su dura mirada pegada en el sostén azul obscuro que cubría mis pechos, gracias a que yo estaba sentada en sus piernas, mi cintura para arriba estaba completamente al descubierto, pero la vergüenza no vino a mí en ningún momento, en vez de eso quería que él me viera, no solo mi cuerpo desnudo, sino mi alma entera.

Tomé sus manos que aún apretaban mi trasero con fuerza, para luego posicionarlas yo misma en mi pecho semidesnudo. Jungkook suspiró y con sus ojos llenos de deseo y lujuria me comió por completo, mis labios inmediatamente se movieron revelando lo que pensaba. — Vas a matarme, Jeon JungKook.

El mocoso sonrió y sin más dirigió sus labios por mi cuello hasta llegar al lóbulo de mi oído, y después de morder con suavidad, susurró solo para mí. — Yo ya estoy muerto por ti, Noona.

;jungkook

Sus hermosos ojos de media luna me miraron con una profundidad tan grande como el del océano, hermoso y misterioso. Quería creer que la fiebre que causó mi desmayo hace un rato y el golpe de Jimin eran la causa de esta ilusión, la ilusión de volver a besar los maravillosos labios de mi Noona. Pero mi creciente situación entre los calzoncillos hacía que pensara totalmente lo contrario, sabía que era real, sin embargo no podía creerlo. Todo parecía un sueño, tener a Park Bongsun encima de mí, semidesnuda y mojada a mi merced mirándome con esos hermosos ojos, realmente era un sueño.

yeppeun noona ; jjkWhere stories live. Discover now