yeppeun noona ; jjk

t w e n t y f o u r

; sohyun

Cerré los ojos con fuerza tratando de ahuyentar las lágrimas y soportar el bendito dolor. Sentí las manos de Yooki tantear con más suavidad el área donde mis costillas se rompieron, todavía sentía como si estrujaran mis pulmones con fuerza, y aún dolía demasiado.

— Me alegra ver que al menos los moretones están bajando poco a poco. — Terminó de colocar las vendas, solté todo el aire sostenido y abrí los ojos, las lágrimas emborronaban mi vista y un nudo apretaba mi garganta con saña, ahora ya no era tanto por el dolor. Yooki me miraba con una sonrisa comprensiva. — Lo haz hecho bastante bien, Hyun-ah, pronto mejorarás.

Sonreí sintiéndome miserable. ¿Cómo podría creerme el "pronto mejorarás" si mis huesos estaban tardando demasiado en sanar? Estaba un poco "desnutrida" según lo que había dicho el doctor en la cita de ayer, lo que provocaba que la recuperación de mis huesos fuera lenta. Agradecía que mi madre o JungKook no me acompañaran a la cita, si no ya estarían regañándome y metiéndome la comida por todos los orificios de mi cuerpo, así de intensos podían ser ambos.

Yooki fue quien le sugirió al doctor realizarme radiografías de tórax y pierna, pues le preocupaba la reacción que tenía cada vez que aplicaba las pomadas en la zona de mis costillas para las heridas. La enfermera comprobó con eso que después de un mes mis costillas no habían logrado completar ni un mínimo porcentaje de curación, lo mismo para mi pierna.

— Debí haber obedecido a mi madre...

Yooki rió. — Tal vez debiste, pero ya no puedes resignarte, cariño. — Hice un puchero a mi enfermera provocando otra risa de su parte. Se paró y se dirigió a mi armario donde sacó una bonita blusa color blanco y una falda del mismo color, pero con rojo, la miré confundida, ¿saldríamos hoy? — Alza los brazos, hoy te aplicaremos una medicina nueva.

— ¿Medicina? ¿A qué te refieres, Unnie? — Con cuidado colocó el vestido en mi cuerpo y luego se dirigió a mi cabello para comenzar a peinarlo.

— La medicina para esa carita triste que tienes últimamente, Hyun, empezaremos por decirle a tu belleza natural que salga y diga hola al universo. — Sonreí y sin más dejé que Yooki hiciera conmigo lo que quisiera, sabía que no saldríamos de casa, eso lo hacía para que me sintiera bien conmigo misma y de verdad lo apreciaba.

Después de eliminar el nido de pájaros que había en mi cabello, me ayudo a ir al sofá y luego comenzar con el maquillaje. Nada que llame demasiado la atención, fue simple y bonito que resaltara mis ojos y que eliminara los hematomas. Prendió la televisión para que me entretuviera en lo que se ocupaba de arreglar mis uñas, me sentía completamente bien.

La puerta de entrada se abrió y luego de unos segundos mi hermano apareció con una gran sonrisa marcada en su rostro. Maldito escarabajo, de ésta no se salva. Aclaré mi garganta llamando su atención. — ¿Aún vives aquí? Creí que te habías ido a vivir a otro lugar después de no haber llegado a casa sin avisar. — La seriedad en mi voz le hizo sonreír avergonzado y acercarse con cautela a nosotras. — ¿Sabes qué hora es, Jeon Jungkook? Pasan de las dos de la tarde y tú acabas de llegar, ¿en dónde demonios te metiste?

Dios, ahora me escuchaba como mi padre cuando le regañaba por teléfono por sus calificaciones, pero no podía evitar el enojo, claramente tenía la edad para irse y perderse si quería, pero ahora tiene una hermana medio rota que lo esperaba en casa, ¿qué tal si le pasaba algo y yo ni enterada? No, no, no, no.

Yooki miraba la situación con una sonrisa divertida en sus labios, continuó limando mis uñas y JungKook se concentraba en eso. Al parecer era más interesante que mi regaño.

Fruncí el ceño al ver su apariencia, traía la misma ropa de ayer solo que arrugada, su cabello ya no estaba peinado y señalaba a todos lados. Este niño había hecho algo.