Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]

Capítulo 1 - El final del principio

Disclaimer:

Basado en la obra original de "A Matter Of Life And Death" de SNIPSTER.

Este fic esta situado al final de la línea temporal del "presente" tras el capítulo Trample On It 74/75, y trata de narrar los acontecimientos que siguieron tras la escena en la que Vida y Muerte hablan en el puente nevado, y que termina con ellos dos decidiendo darse un tiempo.

Continua el comic pero es posible leerlo sin haber leído la obra completa.

Capítulo 1

-La realidad se está desintegrando Muerte. El mundo perece. Todos vamos a desaparecer.

Muerte fue incapaz de responder, aún en shock.

Sin embargo volvió a mirar a su alrededor horrorizado, confirmando como en la distancia los bordes de todas las cosas seguían desmaterializándose a un ritmo lento pero imparable, validando de forma irrefutable aquello.

-TIEMPO –replicó finalmente a su congénere, el único dios que era aún más alto que él. -¿Es- ¡¿Es alguna clase de broma?! ¡Nunca abandonas tu trabajo y en cambio vienes ahora y-

-Porque ya es inútil es que he venido a verte. Supe que esto pasaría –repuso en tono monocorde aquel ser de tres brazos cuyas manos aún estaban ocupadas por el mismo número de esferas de cristal, aunque éstas se vieron desgastadas y opacas entre sus dedos.

Aquella "nada" oscura continuó devorando el reino de Ithis a su alrededor. Como un cruel vórtice o el enorme ojo de un huracán que succiona todo a su paso. Hasta la luz.

El suelo también había empezado a temblar, como si hasta él supiera lo que estaba pasando y se estremeciera bajo algún tipo de dolor.

Mientras tanto, el viento cada vez más agitado arremolinó los cabellos de Muerte alrededor de su crispado rostro. Y éste cada vez más alterado, pudo llegar a escuchar en la lejanía algunos desgarradores alaridos, seguramente pertenecientes a otros dioses que ya habían sido alcanzados por ella.

-No podía intervenir. –continuó entonces Tiempo dejando caer las esperas al suelo, ahora inservibles, las cuales estallaron inevitablemente en millones de pedazos de cristal en cuanto tocaron el suelo. –Pero ahora que el futuro es presente y ya todo está hecho, yo soy libre.

-Mira Tiempo. ¡No entiendo nada y ni siquiera sé cómo puedes estar tan calmado! ¡Pero mira a tu alrededor! –repuso entonces Muerte al borde de la histeria incapaz de mantenerse allí parado frente a aquel otro dios que pese a todo parecía estar completamente sereno:

-¡Tenemos que escapar! ¡E ir a buscar ayuda! ¡Empezando por Amor porque-

-Es inútil. No hay lugar al que huir. –le interrumpió el otro dios sin alterarse un ápice. –Y ella ya no existe.

Aquella devastadora afirmación dicha con tanta serenidad dejo a Muerte lívido y mareado. E incapaz de creerse aún una palabra clamó airado:

-¡¿PERO DE QUÉ HABLAS?! ¡¿ACASO SABES QUÉ ESTÁ PASANDO?!

-Claro que lo sé. Yo lo sé todo. –repuso su interlocutor sin perder su tono monocorde. Muerte apretó los puños frustrado, aterrado ante sus palabras, costándole todo su autodominio no lanzarse sobre él y hacerle reaccionar a golpes.