Capítulo 21 - Privilegios

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Vida miraba al infinito con una sonrisa estúpida y vacía en la cara.

Al principio había sido raro verle así, pero como con todo, los dioses terminaron por acostumbrarse con el paso de las semanas.

A eso y escucharle murmurar a veces entre dientes:

"Volverá"

"Volverá porque yo quiero que vuelva"

"Sé que lo hará"

"Sólo tengo que tener paciencia"

"Así es como funciona... como ha funcionado todo el tiempo."

Y no era como si Médico hubiese ignorado éste comportamiento. Pero tras arrastrar a dicho dios a su consulta en varias ocasiones, al final la conclusión final siempre había sido la misma: Estaba bien. O al menos su cuerpo lo estaba. Por lo que no había nada que ella pudiese hacer.

Mas en su frustración, Medico también había pedido la opinión experta de Vanidad. Dado que ella como la actual diosa de la locura podría haber aportado otro punto de vista. Ante la teoría de que tal vez aquel primer dios, tras tantos millones de años de existencia, había terminado enajenándose de alguna manera.

Pero Vanidad se había encogido de hombros todas las veces, mientras exclamaba un tanto despótica en cada ocasión:

"¡Su condición no es de mi competencia! Éste tonto sólo necesita dormir y retozar con Vanidad... Por ciento ¡¿Dónde se ha metido?! ¡Maldito niño bonito! ¡Yo también llevo meses sin verle! ¡¿Por qué me está evitando a mí también?!"

De esta forma Vida continuó vagando por lugares casi olvidados para el resto de dioses del Fabren Bastion. Entre despistado y ausente. Portando ahora un cuaderno siempre con él. Y si alguien se hubiese molestado en mirar, podría haberle visto dibujando solo y en silencio durante horas. Como un niño que está acostumbrado a la soledad y la ha convertido en parte de su vida, como una poco agradable pero inevitable compañera.

Amor a su manera también estaba sumamente inquieta. Puede que antes no se hubiera molestado en prestar mucha atención a todo aquello, pero las cosas habían cambiado mucho rápidamente y ahora estaba realmente preocupada:

-¡Sabiduría deja de ignorarme! ¡SABIDURÍA! –clamó ésta tras perseguir a su congénere a través de un pasillo muy largo dentro de un gigantesco edificio de oficinas, en las que algunos dioses guardaban archivos de eras pasadas. -¡Maldita sea! ¡En algún momento tendrás que hablar conmigo ¿Sabes?!

-Amor creo que subestimas mi capacidad de abstracción –comentó entonces el aludido en tono paciente a la par que doblaba un recodo y continuaba avanzando.

-¡No es solo por Vanidad! ¡También es por Vida! ¡Se supone que él era tu amigo!

-Tú lo has dicho Amor "era" –replicó el aludido frenándose de pronto tan en seco que su congénere se estrelló contra su espalda. Y ésta comenzó a frotarse la nariz mientras el hombre de gafas se volvía hacia ella molesto:

-Pero los últimos acontecimientos me han hecho replantearme que me aporta estar rodeado de idiotas. Y la conclusión final siempre es "mejor prevenir que remediar". Cosa que deberías hacer tú también. Te has implicado mucho con Vanidad últimamente y vas a estar en el epicentro de todo cuando estalle.

Amor observó al otro hombre sin entender, mientras éste lanzaba una mirada de reojo a uno de sus brazos, para después abrir y cerrar aquella mano como si estuviese confirmando que su movilidad ya era la de siempre.

-Vuelve a casa Amor. A tus vistosos pasteles y a tus bonitas fiestas de té –repuso al final éste con tono altivo e impaciente. –Yo estoy muy ocupado tratando de solucionar un problema que todos os habéis empeñado en ignorar.

Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]حيث تعيش القصص. اكتشف الآن