Capítulo 28 - O lo que tal vez ocurrió después de la cena - Especial (+18) P2

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Locura no pudo continuar. Pues de un segundo para otro Vanidad se había abalanzado sobre él silenciándolo bajo un demandante beso.

Aquello le sobresaltó, pues no sólo sus labios fueron tomados. Si no que la lengua del otro dios no dudó en reclamar de igual manera el interior de su boca, con toque experto y una inesperada actitud demandante. Robándole el aliento y la calma. Y llevándole al mismo borde de la asfixia antes de liberarle. Dejándolo sofocado, atónito, y con las mejillas rabiosamente prendidas.

-¡VANIDAD! ¡¿Pero qué haces?! -le increpó en cuanto tuvo suficiente aliento para hacerlo. 

-Haciendo honor a tus propias palabras: Cometer errores nuevos para obtener resultados diferentes.

Y tras ésta declaración de intenciones el esbelto hombre le empujó contra el lecho. Para a continuación trepar entre las sabanas, y finalmente alcanzar a su supuesta presa. Sentándose a horcajadas sobre el otro hombre antes de volver a tomar sus labios con voracidad.

-¡Espera! ¿Esto va- ¿Esto va en serio? -cuestionó Locura aún escéptico cuando Muerte liberó sus labios para, en cuestión de segundos, desanudar con dedos expertos la corbata de su cuello. -¿No te arrepentirás después?

-¿Qué pasa? Llevas tratando de meterte en mis pantalones desde que me abordaste en los baños del Salón Barroco. -explicó éste mientras pasaba a comenzar a desabrochar su camisa con movimientos sugerentes. -¿Ya no quieres? ¿O es que prefieres seguir sermoneándome?

-Es imposible que me niegue a un ofrecimiento como éste y lo sabes.

Ante esto el esbelto dios sonrió, pero tal mueca se sintió rota e incompleta en su rostro.

Y como si algo hubiera sido relevado de pronto dentro de la cabeza de Locura, éste tomó al otro dios para intercambiar posiciones, exclamando en su pálido oído una vez lo tuvo bajo él.

-No podré solucionar aquello que te aqueja realmente. Pero si estas dispuesto, ésta noche haré que te olvides hasta de tu nombre. Aunque tal vez me gane una paliza por ello después...

-No creo que lo consigas. -repuso en ese momento Muerte rompiendo a reír de forma jocosa. -Pero amaré ver como lo intentas.

Dicho esto, fue el propio Muerte quien volvió a tirar de él para reclamar sus labios.

Sin embargo aquel fue un gesto completamente carente de amor. Sólo la imperiosa necesidad de perderse en alguien más por un momento. De silenciar sus propios demonios y entumecer sus sentidos bajo la agradable sensación de desear y sentirse deseado de nuevo. 

Simple pero abrumadora pasión carnal retribuida que llevó a Muerte a exclamar desvergonzado:

-Me sentiré sumamente dichoso si tan sólo te callas y consigues darme algo de paz por un rato.

Y Locura, sin detenerse en su labor de desabotonar la camisa del otro dios con dedos torpes, se tomó esta petición como un auténtico reto. En donde sus caricias no fueron suaves. Porque aquel era un acto para perderse. Y él estaba ansioso por empezar ese viaje.

De esta forma se mostró impaciente en su tarea de desnudar a su igual, sintiendo su confianza vacilar cuando el pálido cuerpo del otro hombre se mostró finalmente en todo su esplendor frente a él.

Puede que su anatomía no fuese del tipo hercúleo como era el caso de otros dioses, pero el cuerpo de Vanidad era una obra maestra en si misma también. Por lo que su pálida piel bajo la luz de la luna de aquella noche, le hizo verse por un momento como una escultura viviente tallada en puro mármol por el más virtuoso artista de todos los tiempos.

Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]Nơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ