Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]

Capítulo 12 - Pros y contras (Parte 1)

Tras aquel amanecer en Venecia las cosas estuvieron bastante estables algunos días.

Muerte volvió a sentirse tranquilo. Dichoso. Dedicando todo su tiempo libre en elucubrar ideas alocadas de cómo podía reunir a Sabiduría y Locura en diversos sitios, para forzar algún tipo de conversación entre ellos.

Si el propio dios del conocimiento hubiera sabido de todos aquellos planes, definitivamente le habría cedido su título no oficinal de Reina Casamentera.

Aunque por otro lado aquel mismo dios había empezado a mostrar abiertamente cierto recelo contra él, aunque éste aún no tuviese ni idea. Algo que fue muy claro cuando en una de tantas visitas de Vida a su biblioteca, Sabiduría comentó en fingido tono casual:

-Y bueno, ¿Cómo sigue Vanidad? ¿Sigue igual de "cordial"? ¿O ya ha vuelto a sus viejos hábitos?

Y su amigo demasiado contento con la conversación, con la caipiriña que le acaban de servir una Playbots, así como con todo en general, exclamó risueño:

-Está bien. Que digo bien ¡Muy bien! Y sí, sigue como siempre. Bueno, como siempre de ahora. Ya me entiendes. –se corrigió Vida ruborizado y riéndose de forma tontorrona. 

Sabiduría frente a él enarcó una ceja incómodo:

-Ya veo como están las cosas Romeo... pero ¿no te parece que todo esto un poco raro?

Tras la abierta pregunta. La amplia sonrisa presente en los labios del otro dios se borró, llevándole a preguntar visiblemente desconcertado a continuación:

-¿Qué quieres decir?

Sabiduría gruñó un poco, pero al final tomando un buen trago de uno de sus propios combinados exclamó:

-No lo sé Vida. Es raro ¿vale? Al principio pensaba que Vanidad estaba siendo excéntrico. Como siempre. Alguna de sus fases. Tal vez una extraña broma muy elaborada. O vete tú a saber qué. Pero el tiempo pasa y el "¡Sorpresa!" de su juego no termina de llegar. Así que si esto es un cambio real...legítimo... es algo demasiado extraño y grande para haber ocurrido de forma natural ¿no lo ves?

-¿A dónde quieres llegar? –cuestionó entonces Vida cada vez más serio y tensó.

Sabiduría necesitó entonces tomarse un momento en el que se quitó las gafas para limpiarlas pausadamente. Tras este gesto, innecesariamente dramático, éste declaró firme:

-¿Estás seguro de que estamos tratando con Vanidad?

Y pese a no contestar, el dios de piel turquesa se quedó lívido de repente.

-¿Vida? Entiendes por dónde voy ¿verdad?–repuso Sabiduría tras un prolongado silencio en el que el otro hombre no reaccionó.

-No. No te entiendo. –declaró el aludido con aplomo pese a que su rostro permaneció pálido y levemente sudoroso.

-Ahg ¿Por qué me haces esto? –exclamó el dueño de la biblioteca incómodo. Como si no tuviese ganas de ser tan explícito en su declaración:

-¡Tú eres su pareja! Pasas casi todo tu tiempo con él. Casi vives con él. ¡Tienes sexo con él! ¡Por el amor del gran Lord Vida! ¡Tú más que nadie tienes que haber notado hasta qué punto ha cambiado! ¡No creo que las cosas se limiten a como se relaciona con todos nosotros! ¡Estoy seguro que su cambio es mucho más profundo y complejo! ¡Y seguro que va mucho más lejos también!

Frente a él, Vida deposito despacio la copa del alcohol sobre la mesa. Su expresión era seria. Terriblemente seria. Claramente a la defensiva. Y Sabiduría de pronto se sintió contrariado al ver a su amigo en una postura tan sumamente hostil. Puesto que sus acusaciones no iban hacia él.