Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]

Capítulo 5 - Un evento inesperado

Algunos días más tarde, esta vez vistiendo un elegante traje gris y plata, Muerte caminaba entre las calles de París.

En ellas una mujer miraba con ojos soñadores el último vestido de una prestigiosa firma, expuesto en un elegante escaparate.

El dios mucho menos sonriente que en ocasiones anteriores, se acercó a ella para poder susurrarle al oído con desgana:

-Cómpralo. Nadie se lo merece más tú. Atraerás todas las miradas con él, y los hombres se pegaran entre ellos tan sólo por poder invitarte a cenar.

A penas hubo terminado esta frase, a la mujer le faltó tiempo para alcanzar la puerta del establecimiento y entrar. Muerte solo una vez más en la vía pública suspiró melancólico.

"Esto era más divertido antes de saber que ha sido Locura el perjudicado."

Pasó a frotarse un antebrazo azorado.

Tampoco es como si pudiera hacer nada al respecto. Lo sabía. Pero al barniz de aquel mundo perfecto le había salido otra grieta, y en esta ocasión una tal vez demasiado grande y oscura como para poder ser ignorada como si nada.

Muerte continuó caminando hasta llegar a las afueras. Puede que fuera la costumbre la que lo llevó hasta allí. Barrios marginales privados de la opulencia y el lujo del centro. Calles estrechas y sucias donde nadie pareció dar mucha importancia a un gato vagabundo que había muerto al fondo de un callejón, entre viejas cajas de cartón y basura acumulada.

En cambio Muerte miró al animal con preocupación y lástima, porque hacía ya un rato que su ciclo había terminado pero nadie había ido aún a buscar su alma. Se acuclilló sobre él, y sólo entonces una polilla de brillantes alas blancas emergió del cuerpo y comenzó a revolotear alrededor de él. Casi como si se alegrase de verle.

-Lo siento pequeña –volvió a disculparse el dios sumamente avergonzado con aquella alma. –Yo ya no puedo llevarte pero-

-ESTAS EN MI CAMINO.

Muerte se sobresaltó ante la inesperada interrupción, poniéndose en pie para ver como Locura acaba de llegar y le miraba con desdeño.

Movido por la culpa se apartó con rapidez, permitiendo que el recién llegado dios se hiciese con el alma y la envolviese entre sus manos oscuras de dedos puntiagudos para darle el sello con el que finalmente podría transcender.

Una vez hecho esto soltó la polilla, y sin dirigirla siquiera una palabra, hizo amago de marcharse.

-¡Espera! –le pidió entonces Muerte. Locura se volvió, cruzándose de brazos con una expresión seria, que poco tardo en ser sustituida por una sonrisa burlona.

-¿Para qué? –Cuestionó el nuevo dios oscuro. - ¿Ahora pretendes que nos quedemos aquí a charlar? Puede que tú no, pero yo estoy muy ocupado.

-Sé que tu trabajo es duro y cansado... y sobre todo muy ingrato -exclamó entonces Muerte con vergüenza para sorpresa del otro dios. –pero es muy importante. Así que nunca lo olvides.

-¿Qué es esto? ¿Algún tipo de amenaza? –repuso entonces Locura con expresión perpleja a la par que ajustaba con toque diplomático su corbata. -Es que ahora te has cansado de insultarme por la espalda y por eso tienes que venir a acosarme en persona ¿o qué?

-¿Qué? ¡NO! –repuso Muerte con rapidez sintiendo como sus mejillas se prendían inmediatamente por la vergüenza. –Sólo quiero que sepas que hay alguien que aprecia tu trabajo y sabe que es importante. ¡Eso es todo!

-Claro –repuso entonces Locura con obvio sarcasmo. –Entonces dale saludos a ese "Alguien" cuando le veas ¿Quieres?

-¡¡ESPERA!! –volvió a gritar Muerte cuando el otro dios trató de irse otra vez.