Utopía [ Amolad ] [ A Matter Of Life And Death ]

Capítulo 24 - Lecciones improvisadas (Parte 2)

Muy lejos del mundo humano, a las afueras de la ciudad colgante de Ithis, Musa había preparado un pequeño evento en uno de los jardines más populares del Fabren Bastion.

El hombre había invitado a un grupo selecto de dioses, con pompa y ceremonia. Pidiendo a sus siervos que les avisasen con antelación. Con invitaciones en papel grueso y tinta dorada, sellados con blasones impresos en lacre y todo.

Incluso había organizado un copioso convite para acompañar la gala.

Sin embargo una vez llegado el día, en mitad de una arriesgada pieza a violín en solitario, Musa no estaba sacando a relucir su virtuosismo habitual.

Sentada en primera fila Fortuna suspiraba amargamente ante ésto. Poco después la mujer se levantaba, abandonando su asiento vip para caminar hasta la mesa de los canapés.

El convite había sido colocado junto a un lago, entre dos enormes columnas jónicas de mármol blanco. Por lo que una vez allí Fortuna empezó a servirse una copa de champan, hasta que una voz femenina le cuestionó desde un costado:

-¿Escapando antes del intermedio? Eso es raro en ti.

-¡Medico! ¡Benditos los ojos! Pensé que una vez más no ibas a honrarnos con tu presencia.

-Ahorra el drama Fortuna. -Frivolizó la aludida emergiendo de la nada con un inusual vestido de cóctel a la par que tendía una copa vacía para recibir también un poco de bebida espumosa. -Ya sabes que nunca me han emocionado las grande reuniones. Pero hoy estaba aburrida.

-¿Y Locura? -cuestionó la elegante diosa de cabello recogido tras terminar de llenar el cristal de su igual.

-Está... últimamente esta algo distante podría decirse... O tal vez no es un buen momento para ella debería decir. -reconoció Medico de mala gana.

-¿Trabajo? ¿O personal? -Se interesó Fortuna mientras se llevaba su propia copa de champan a los labios con aire pensativo.

-¿Acaso hay alguna diferencia?

La diosa de la suerte río ante la sarcástica respuesta dicha en tono ligero. Al aceptar aquello como una innegable realidad para algunos de ellos.

-Tienes razón -añadió al poco ésta pasando a dar la espalda al concierto. Centrando su atención en un bonito plato de pasteles de hojaldre y crema con forma de cisne. -Si he de ser sincera yo también estoy preocupada por Musa.

Y ante la inesperada declaración Medico abandonó la lujosa bebida sobre la mesa y cruzó sus brazos, dispuesta a escuchar con toda su atención a la otra mujer.

-Estaba tan emocionada cuando Vida canceló los concursos de baile en los Banquetes de Otoño... Me sentí tan libre en ese momento. Tan emocionada. Ansiaba ver a Musa regresando a sus viejos proyectos. Rebosando creatividad una vez más. ¡Entusiasmado de nuevo con su arte! ¡Con su música! ¡Vertiendo todos sus magníficos dones sobre la Tierra!... pero por alguna razón nada de eso ha pasado todavía.

-¿Sabes por qué? -pregunto Medico curiosa. A su lado Fortuna se encogió de hombros. Y tal vez fuese por el vestido de gala oscuro, pero la diosa de la salud de pronto pensó que la otra mujer se veía más delgada que de costumbre.

-Dice que por mucho que lo intenta, no consigue inspirar a los humanos como antes. Es como si les faltase "algo"... no sé exactamente el qué. Pero eso ha terminado afectándole también a él.

-Dale tiempo Fortuna. No habría buenos tiempos sino hubiese malos tiempos para comparar. -trató de tranquilizarla Medico. -Yo por ejemplo tampoco estoy en mi mejor momento ¿Sabes? Laboralmente hablando. Sabiduría me ha dejado tirada muchas veces ésta última temporada. Y sin él, por mucho que trate de transmitir nuevos tratamientos y conocimientos médicos a los humanos, la mitad no llegan a nada. Y los que llegan terminan encasillados como "remedios caseros". Como si los hubieran descubierto por casualidad. Y encima la mitad de ellos a su vez, ni siquiera son tomados en serio. Al final sólo ha llegado un ¿qué? ¿Tal vez un 5% de todo mi trabajo? Y eso como mucho. ¿De qué ha valido todo mi esfuerzo entonces? Estoy desmotivada. Es frustrante depender de otro dios.