- Mikasa... - dijo parpadeando un par de veces, dándole un toque "tierno" - ¿Me prometes que no se lo contarás a nadie? No lo sabe nadie, Mika - Puso su dedo índice en sus labios. Que mal rollo.
- Claro... claro que no... S-soy una tumba - las palabras salían entrecortadas, sentí un leve ardor en mis mejillas.¿Me puse roja? Empezó a reírse de mí a carcajada limpia.¿Es bipolar este chico? - P-pasa algo... - dije nerviosa.
- Hahahahah.... - se puso sus manos en su barriga, hasta los ojos se le cristalizaron - Es que... Tu cara es buenísima. Mikasa... Ahahahah.... No soy... No soy gay - dijo como pudo.
-¿Eh? - cambié totalmente de humor. Lo miraba seria con una de mis cejas enarcadas.
- Erwin y yo no somos pareja - decía burlón.
-¿Entonces que hacemos aquí? - pregunté con tono molesto.
- No sé... Es un encargo de Erwin a saber para quién. Él es muy reservado,¿sabes? - dijo metiéndose en la tienda. Lo seguí.
- Mira quien fue a hablar - rodé los ojos, escuché una leve risa - Y...¿Qué flores son? - la tienda era inmensa, rodeada de diferentes flores con distintos colores y distintos tamaños. Estaba fascinada por aquel ameno lugar.
- No sé... Creo que son amapolas - habló desde algún lado de la tienda. Lo perdí de vista muy rápido. Era raro porque no había nadie, ni siquiera los empleados.
-¿Crees? - dije en un suspiro.
- BUUUH
- AAWW - grité del susto que el estúpido pegó. Sonreía burlón con una rosa entre sus manos.
- Ahahah. Necesitas ayuda... pequeña flor - hablaba con acento francés, moviendo la rosa de una forma elegante entre sus dedos.
- Te pareces a Jean - le quité la flor entre sus manos.
- Oh, no por Dios - volvió a su tono de voz natural - Todo menos eso - observé como rodó sus ojos hacia un lado.
- ¿Por qué? Es un buen chico, es verdad que es muy vago. No deberías pegarle las palizas...que le... ¿Me estás escuchando? - desde que rodó los ojos no paraba de mirar algo a su lado.
- Encontré las amapolas - las señaló. Me acerqué a él y miré donde señalaba. Unas rojas flores se asomaban por una gran maceta. Nos acercamos a ellas y las miramos atentos. Levi se puso en cuclillas para tocarlas y yo me agaché, poniendo mis manos en mis piernas.
- Wow, son muy bonitas - dije - Además huelen muy bien - estaba a una considerada distancia de las flores pero su aroma traspasaba mis fosas nasales.
- Te lo diré... - lo miré ante su comentario - Las amapolas son para Hanji, es un regalo de Erwin - por la sorpresa, arqueé mis cejas y parpadeé un par de veces. Hubo un breve silencio.
-¿Crees...qué a Erwin le gusta Hanji? - pregunté algo dudosa. No quería revelar el secreto de Hanji, pero si él sabía algo...¿Qué haría?¿Le contaría a Hanji esta información?¿La estaría ayudando?
- No lo sé... - se puso de pie y se dirigió a coger un ramo de amapolas - Esos dos son muy raros para ese tipo de cosas. Si no los conoces piensas que son pareja por su cercanía, como se hablan, como se miran...
- Ah, ¿entiendes el típico juego ese de miradas? - dije dándole sorpresa a la pregunta.
- En realidad, no. Pero siempre hay un brillo muy extraño en sus ojos cuando se miran. A veces hasta me han dado ganas de vomitar - empezó a andar con el ramo en sus brazos.
- Qué bruto eres... - comenté.
- Uy lo siento, señora tomate.
-¿Señora tomate?
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El Arte De Amar
FanfictionMikasa Ackerman es una chica introvertida y solitaria. Por problemas de su pasado, deberá irse a Tokyo a estudiar lo que más le gusta, donde vivirá en una gran residencia y conocerá a sus verdaderos amigos. ¿Quién sabe? ¿Sólo conocerá la amistad? ...
Capítulo 8: Sonrisa
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