¡No soy lindo! [HyunIN]

Capítulo 12

Jeongin estaba siendo abrazado por hyung, por algo que él se había tomado la molestia de hacer.
Y Hyunjin lo abrazaba por el esfuerzo que el pequeño hacía por forjar au amistad con él aún teniendo más dificultad que los demás, se sentía muy agradecido.

—Está genial, Innie —Jeongin no podía evitar ruborizarse cuando lo llamaba así —Muchas gracias —Hyunjin sonrió dulcemente, el menor se sintió más feliz.

—Ma-mamá nos hizo kimchi para cenar —anunció mirando al suelo.
Hyunjin lo miró sorprendido y salió de la habitación dejando al pequeño ahí pasmado.

Bajó las escaleras rápidamente hasta llegar a donde se encontraba Sijoo, iba a ofrecerle ayuda, pues Hyunjin sabía cocinar y entre dos acabarían antes, pero la cena ya estaba hecha.

Se rascó la cabeza e igualmente se acercó, el menor los observaba desde la puerta de la cocina.

—Mamá, ¿puedo ayudarte? —se ofreció igualmente llamándola "mamá" a petición de esta.

—Por supuesto, aunque ya está casi, corta esas frutas para el postre —le señaló a Hyunjin y este acató la petición.
Colocaron la mesa para los tres y se sentaron, Hyunjin tenía algo de nerviosismo aún, pero al tratarse tan solo de Jeongin, la madre y el bebé, no se sentía intimidado.

Sijoo le dio de comer al bebé el puré de frutas primero, Hyunjin lo miraba con ternura y Jeongin, miraba a su hyung sutilmente, sintiendo extraño aquella situación de el pelinegro cenando con ellos.

El bebé ya se estaba acabando el puré, y hablaba cosas para nada entendibles, riéndose. Hyunjin y Jeongin se estaban terminando su plato de kimchi, arroz y demás.

Todo iba bien hasta que el bebé soltó un gas incluso rebotando en los pañales.

—¡Yang Kim! —lo riñó la madre y este hizo un puchero comenzando a lagrimear, Hyunjin no podía aguantar la risa, colocando las manos en su estómago y Jeongin escondía cabeza avergonzado por su hermano. —Este niño... —fue el turno de la madre para comer y así lo hizo. —Y dime, Hyunjin, ¿cómo vas tras las tutorías? —Hyunjin miró a Jeongin antes de contestar, el menor comía lentamente.

—Voy bien, realmente Jeongin me está ayudando —el menor sonrió y la madre los miró con ternura.

—Buen trabajo pequeño —su madre lo felicitó y Jeongin asintió, era una escena muy tierna. —Hyunjin, eres un niño muy bueno, ven y quédate en casa cuando quieras, ¿sí? Creo que le haces bien a Jeonginnie.

—Mamá...  —murmuró el castaño y el pelinegro los miró sonriendo con la mirada.

—Lo haré, gracias por tanto —Hyunjin acarició la mano de la madre con gratitud.

Terminaron de cenar y fregaron los platos.

—Voy a dormir al bebé, podéis ir a alguna habitación y ver películas o lo qur queráis hasta que os de el sueño. —Hyunjin asintió con la cabeza y Jeongin se ruborizó — Buenas noches ángeles —dio un beso en la cabeza a cada uno y se marchó por la otra dirección del pasillo para llevar al bebé a su cuna y dormir con él.

Jeongin subió las escaleras dirigiéndose a su habitación, estaba jodidamente nervioso por tener al mayor con él a saber cuántas horas en su habitación, solos.

No, no estaba preparado, no quería, y estaba cansado, al día siguiente era viernes y madrugaban además de ir a aquella fiesta por la noche, necesitaba reponer energía.

—Lo siento hy-hyung, yo... Me voy a dormir, ¿s-sí? —Jeongin se dirigió hacia su cama, adentrándose en ella y fingiendo más cansancio del que tenía, Hyunjin lo observó recargado en la puerta de la habitaciones este, con una sonrisa de lado. Se acercó al menor, el cuál estaba cubierto con las sábanas hasta por la nariz.