¡No soy lindo! [HyunIN]

Capítulo 7

Llegó el lunes, el fin de semana en casa de Felix se acabó, el domingo, dí siguiente después de que salieran al club por la noche, Jeongin se volvió aún más distante con Hyunjin, haciendo que este pensara durante todo el día en el pequeño, pues el sábado parecían haber progresado, pero pues Jeongin era bipolar.

O eso pensaba él.

A Jeongin le desagrado su comportamiento ególatra y jugador que tenía con sus conquistas, simplemente su mente no encajaba que un chico con una personalidad como él, dulce, inteligente, porque, por más que quedará muy bajo en el ranking, se le notaba inteligente, y agradable, tuviera esas facetas de gente sin cerebro. 

Extrañamente el pequeño se sentía decepcionado.

El lunes lo había levantado su mamá, pues Jeongin estaba teniendo un sueño muy profundo, en el que sus amigos y Hyunjin caminaban entre nubes de azúcar, con arcoíris rodeandolos, y un simpático unicornio ofreciéndole volar a él y a Hyunjin entre nubes.

La noche anterior había tomado demasiada azúcar.

—¡Jeonginie! —este dio un bote en la cama y corrió a asearse, se vistió de manera muy cute aquel día, acompañándolo de una boina. 

Envió esa foto al grupo de kakaotalk que tenía con sus hyungs.

Hyunjin fue el primero en responder.

Hyunjin hyung(?):  Tierno.

El niño de frenillos se sonrojo y guardó su móvil, saliendo de casa, iba muy alegre caminando hasta que recordó que Hyunjin era su vecino.

Instantáneamente se giró, mirando las calles detrás suya para comprobar si estaba por allí, pero no había rastro de Hyunjin.

Jeongin se sentó con Felix, tocaba clase de dibujo y ambos colocaron sus lienzos al lado del otro, seguido de los demás hyungs, formando un corro.

Hyunjin le tomaba la temperatura a su madre, esta había pasado mala noche, su padre estaba trabajando asíque estaban solo él y ella.

—Mamá, tienes unas décimas de fiebre, me quedaré contigo —dijo posando una mano en su frente. Su madre negó instantaneamente.

—Hijo, quiero que vayas a la escuela, me tomaré el medicamento que compraste y mejoraré, no te preocupes.

Hyunjin formó una mueca, él de verdad quería cuidar a su madre, pero tampoco se podía permitir faltar a clases, además era la primera que darían de dibujo, por lo cual le costaría ponerse al día.

Este depositó un beso en la frente de su mamá y salió 15 minutos tarde a la escuela.

Llegó y tocó la puerta del salón de arte, el profesor lo dejó entrar, era un hombre agradable, hippie, y comprensivo.