Capitulo 44

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Charlie
Londres, Inglaterra

A los pocos días del entierro de Brooke y de la casi masacre de esa misma madrugada, fue más difícil de lo que pensé que sería volver a las cosas que hacía todos los días y no pensar en Brooke durante todo el día. Cualquier cosa, en serio cualquier cosa me recordaba a ella, el más mínimo detalle hacía que mi cerebro recreara la imagen de Brooke, una en la que siempre estaba feliz y sonriente, lo que me entristecía más de lo que ya estaba.

Sentía en lo más profundo de mi ser, que nunca iba a recuperarme de aquello, que no iba a poder seguir adelante. Detestaba la mirada de pena de los demás hacia mí, me trataban como si fuera de cristal y aunque agradecía el trato, me desesperaba es actitud.

Hasta que me enteré que todo ese dolor y sufrimiento fue todo parte de una mentira, creo que fui el último en enterarme de algo tan... maquiavélico como eso. Ni en un millón de años me hubiese imaginado aquello.

Cuando estaba a punto de enterarme de aquella atrocidad, me encontraba en mi última clase del día, química analítica, cuando recibí de Brenna, quien siempre me pareció estar demasiado tranquila, incluso cuando pasó lo de Caitlin, estoy casi seguro que no tiene idea de que algo como eso sucedió o no estaría así de relajada.

Fui tan estúpido que vi las señales de que todos sabían algo que yo no, porque después de la muerte de Brooke estaban demasiados tranquilos para mi gusto, parecía que los únicos afectados éramos Zayed y yo, pero luego hasta el parecía mucho más relajado.

Esperaba volver a mi habitación esta noche, tomar una larga ducha y dormir hasta el otro día, merecía un descanso de esta semana tan agitada, pero mi suegra no pensaba lo mismo, se encontraba ansiosa, apresurada por mostrarme algo.

—Te encuentro en la fuente de Regent's Park —dice antes de colgar.

Salgo del campus casi corriendo hasta la estación del metro, necesito llegar rápido a casa y llevar algo de ropa, en caso de que deba quedarme en Londres hasta mañana. Cuando doy un paso dentro del vagón del tren, levanto mi mirada y me encuentro con Madeline frente a mí.

—Hey —susurra ahora a mi lado.

—Hola Maddie, ¿cómo te va? —cuestiono.

—¿Cómo estás tú? —Es la primera vez que hablamos desde lo de Brooke.

—Pues lidiando con ello. —Es lo único que respondo.

—Estoy para lo que necesites —susurra con una sonrisa de lado.

—Gracias —mascullo y me despido cuando llego a mi estación, para colarme entre la multitud y caminar tan rápido como el resto a mi alrededor.

Llego a mi residencia en cuestión de minutos, la cual parece un desastre, hay de todo desperdigado en el piso; desde que Brooke entró en coma mi vida se resumió a solo trabajar, estudiar, visitarla y dormir.

Regañándome a mí mismo por tener mi apartamento en estas condiciones, rápidamente guardo ropa y todo lo que vaya a necesitar en mi mochila. Mientras espero el Uber que he pedido, compro comida rápida en la esquina y saco dinero en efectivo, lo que me recuerda que, si sigo haciendo estos viajes improvisados a Londres, la mejor opción es que me compre un coche.

Cuando llego al parque ya he terminado mi hamburguesa y le he escrito a Brenna para poder encontrarla, puede que sepa un poco más de lo que sabía antes de Londres, pero sigue siendo nuevo para mí, así que le envío mi ubicación exacta.

Escape: Brooke © PAUSADA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora