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Pov Natalia.

Detesto con toda mi alma el sonido del despertador. Lo peor de despertarme es saber que hoy será exactamente igual que ayer y antes de ayer... nada nuevo. Cojo el móvil y veo dos mensajes de whatsaap de mi prima Sabela, diciéndome que si hoy iré al piso que tiene que decirme algo. No se para que pregunta si practicamente paso ahí media vida.
Su piso desde hace un tiempo se a convertido en el lugar de las quedadas. Todos acabamos ahí, ya sea para ver pelis, fiestecitas, tardes de cerveza o simplemente por estar.

Me doy una ducha rápida y me dirijo a su piso. Solo esta a dos calles de mi casa así que llego enseguida.
Una vez dentro nos sentamos en el sofa.

-¿Que querías decirme?- pregunto mientras me enciendo un cigarro.
-Hoy viene la hermana de Joan. Llevan hablando unos días y le a pedido si puede vivir aquí una temporada. Esta bastante nervioso y yo nose como ayudarlo ya que no la conozco y no se nada de ella.

Sabia que Joan tenía una hermana pero poco mas. Nunca nos hablaba de ella. Básicamente no hablaba de su pasado. Sabíamos que su vida no había sido facil y que siempre estaba metido en problemas, pero nunca llegaba a contarnos muy a fondo. Cuando conoció a Sabela dejó atrás todo eso ya que asegura que se enamoró nada más verla. Si en el pasado había sido un mal tío a dia de hoy era otra persona, ya que era un amor de hombre.

-¿Pero si no tenían relación no? ¿Como es que va a venir aquí?- Dije sin entender tampoco la situación.
-Esa es la cosa, que algo a tenido que pasar para que hablen y quiera venir aquí.-Suspiro un poco agobiada- Tengo miedo de que haga daño a Joan o lo arrastre a su anterior vida, nose que hacer Nat.
-Esperate a conocerla, a lo mejor a cambiado como lo hizo Joan o necesita ayuda para hacerlo. Si para él es importante tendrás que almenos intentarlo.

Después de un rato en silencio y viendo como Sabela  intentaba asimilar la situación volví a hablar. 

-¿Y cuando viene tu cuñada?- Dije riéndome un poco para que Sabela se relajase.
-Joan me a dicho que llegara esta tarde-noche, ¿estaras?- Era más una súplica que una pregunta.
-Claro, no me perdería la llegada de la chunga por nada del mundo- Nos pusimos a reír mientras la abrazaba.

Eran las 18:30 de la tarde. Joan ya había llegado de trabajar. Estaba muy nervioso de un lado a otro sin parar. Sabela intentaba calmarlo, aunque yo sabía que ella estaba más atacada que el. Mientras yo riendo internamente de la situación observaba a los dos. La hermana de Joan tampoco podía ser tan mala como en un principio parecía, ¿no?. 

Pov Alba.

No me faltaba mucho para llegar a Madrid. Estaba bastante nerviosa. Ver a mi hermano después de dos años era algo que no llevaba bien. Antes estábamos muy unidos, siempre salíamos con la misma gente, nos contábamos todo, nos apoyábamos... Teníamos una muy buena relación de hermanos. El decidió dejar la vida que llevaba ya que había tocado fondo y no podía más. Cuando se fue me sentí abandonada. Era lo único que tenia y se fue. Me pidió que me fuera con el, pero en ese momento me gustaba la vida que tenía y no entendía como él quería dejarlo todo e irse. Ahora que estoy en la situación que él estuvo en ese momento lo entiendo a la perfección. La ultima vez que hablamos fue hace casi un año, por navidades. Me contó que estaba feliz que le gustaría que estuviera con el. Yo en ese momento estaba perdida y solo me salio atacarle diciéndole que perfectamente podría estar conmigo sino fuese porque me dejó tirada. El intento hacerme entender que necesitaba cambiar de aires y que a mi también me vendría bien. No le conteste mas. Para mi era muy difícil entender que hacía mal. Hasta ahora, de camino a su casa, mientras dibujo el paisaje que veo por la ventana, entiendo perfectamente lo que él quería, lo que necesitaba. Lo mismo que necesito yo. Una vida tranquila, sin gente tóxica a mi lado, sin meterme en problemas tontos. Sabia que en el encontraría esa paz que necesito, encontraría de nuevo mi hogar.

Cogi la maleta y me dirigía hasta la salida de la estación. Me dijo que me esperaría fuera, estaba muy nerviosa. Al salir lo primero que vi fue Madrid, gente de aquí allá, sin parar, los grandes edificios y carreteras que se veían desde mi posición. Seguí caminando y entre toda la gente lo vi, apoyado en la pared con las manos en los bolsillos mirando al suelo. Lo conocía y sabía que él también estaba nervioso. Al llegar a su lado carraspee la garganta en señal de llegada. El levantó la cabeza y clavó su mirada en mi. Me miro de arriba abajo un par de veces. Su expresión era de no creerse que a quien veía era a mi. Yo tampoco creía que estuviese viendo a mi hermano después de tanto tiempo. Sus ojos empezaron a aguarse, a mi ya me caían lágrimas silenciosas. De un momento a otro estábamos abrazados llorando. Dios como lo echaba de menos. Estuvimos unos minutos así, sin hablar. Llegamos hasta su coche y nos dirigíamos a su piso. Cuando ya llevábamos medio camino en silencio habló.

-¿Como te a ido el viaje?- Su pregunta me confirmó que no sabía qué decir y que necesitaba romper ese silencio incómodo.
-Un poco largo la verdad- Tampoco sabia muy bien que contestar.

No hablamos mas hasta llegar bajo de su casa. Una vez aparcados vi como apretaba el volante y suspiraba, sabía que quería decirme algo pero que no sabía como hacerlo.

-Venga Joan, dimelo ya.- Necesitaba que soltara ya lo que fuera.
-Tengo miedo- me confesó. Sabia porque lo tenía y quería aclararle que no tenia porque.
-Se que he echo mal, que no me he portado bien contigo, que no te apoye cuando mas me necesitabas y que durante este tiempo te he echo sentir culpable de como era mi vida, pero necesito que confíes en mi, necesito una oportunidad para ser mejor persona- Suspiré mirándome los pies- Necesito recuperar a mi hermano- dije notando como mis lágrimas volvían a caer.

El simplemente me abrazo, así que me lo tome como en respuesta de que intentaría estar ahí para mi de nuevo. Salimos del coche y nos dirigimos a la puerta. Mientras subíamos en el ascensor pensé en Sabela. Había visto fotos de ella pero no sabía como era, si me caería bien o yo a ella, como nos llevaríamos o si simplemente no congeniaríamos en caracter y tendríamos a Joan en medio de una batalla. Por mi parte no quedaría él intentarlo. Lo que mas deseaba ahora mismo, estando apunto de entrar en su piso, era encajar en la vida de ellos y sentirme parte de su familia.

Stay.Onde histórias criam vida. Descubra agora