-         Vamos Nao, sabes perfectamente que no era una competencia. Al menos no para mí - dijo.

-         Para mí tampoco - aclare.

-         Me alegra que estés aquí y podamos hablar, hubo muchos mal entendidos y cosas que ambas nos ocultamos por temor a lastimar a la otra.

-         Lo reconozco - me acomode y me quite el sobretodo.

-         ¿Quieres algo de beber?

-         Té está bien - pedí.

Al verla traer la bandeja con el té y algunos panecillos, las aguas internas se calmaron, esta era realmente mi prima, tan gentil, amable y preocupada. Me volví a sentir cómoda con ella y de cierto modo me alegraba que me haya insistido en venir, no había nada mejor que la familia y hasta eso había perdido. Por otro lado me tenía con cierta ansiedad esta conversación.

-         Me alegra verte - confesé mirándola.

-         ¿En serio?

-         Si - asentí - La verdad es que no vendría pero tengo una buena amiga que me impulsó hacerlo.

-         Sabana es fantástica.

-         No me refería a ella, desde tu boda no nos hablamos.

-         ¿No dijiste que viniste al nacimiento de su hija?

-         Porque se lo prometí cuando éramos niñas, pero no porque nos fuésemos reconciliado.

-         Oh - tomo de su té, apenada.

-         No sé si lo sepas pero me aleje de todo el mundo luego de ese día y después de Kyle, eres la primera persona a la cual le permito acercarse.

-         ¡Dios mío! Y toda por mi culpa - tapó su cara.

-         No todo es tu culpa, en realidad cada quien asumió su propia culpa al ser cómplice de cualquier de los lados.

-         ¿Ni siquiera con tus padres?

Negué con la cabeza.

-         Y eso es algo que no prefiero tocar - dije tomando de mi taza.

-         Tengo tantas dudas con respecto a eso, porque ¿Por qué llegar a ese nivel por nosotros?

-         Es sencillo Ness, me dieron la espalda cuando más los necesité, al igual que todo el mundo ¿Que iba hacer? Poner distancia y dejar vivir - comenté - En fin, no vine hablar de ellos.

Respiro hondo.

-         Por donde comenzar... - decía.

-         Por el inicio - exprese - Desde que me fui de viaje.

-         ¿Por qué no inicias tú?

-         ¿Yo? - dude.

-         Si, cuéntame tu historia con Santiago, bueno él ya me contó su versión, pero me gustaría oírlo de ti.

-         Es un poco tarde para eso, lo reconozco.

-         ¿Acaso importa? Ambas cometimos errores y eso no significa que podamos arreglar todo este desastre, estamos aquí para aclarar todo así que por favor, comienza tú - pidió amablemente.

-         Pues... Tenía mucho años alejada de los Ricks cuando lo conocí en una discoteca, no lo reconocí, solo me dio su nombre, yo me emborraché, nos besamos, él había hecho una apuesta con sus amigos y por eso se acercó a mí - contaba - Me enteré de la apuesta, hui del sitio donde estábamos, quedamos en propiedad privada, las policía nos pilló y en plena jefatura supe tanto su edad como su verdadera identidad. De ahí en adelante nos alejamos y estuvimos en un constante vaivén por diversos problemas, hasta que salí de viaje por 3 meses y te conoció a ti - la mire.

MiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora