Capítulo 14

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Mina.

No le pregunté a Chaeyoung que había sucedido, no después de saber la respuesta. Verla tan destrozada terminó por dañarme a mí también, siempre odie verla así pero lo que más me lastimaba era que yo sabía la causa de su sufrimiento y no hacía nada para ayudarla porque no estaba en mis manos contarle lo que estaba pasando.

Mi debate mental sobre si debía contarle o no lo que había visto aquella noche, me estaba volviendo completamente loca. 

— Myoui, no te distraigas. 

— Lo siento... —murmuré muy avergonzada.     

— Todas, otra vez.

Mi profesora hablo con voz firme y bajé la mirada al escuchar un gruñido de su parte y aún más al sentir la atención de todas las demás chicas en mí, por mi distracción tuvimos que empezar de nuevo. Escuché la lenta melodía del piano y cerré los ojos al suspirar, traté de despejar mi mente y comencé a dejar que mi cuerpo siguiera aquel tan hermoso sonido, dejé que la sensación tan tranquilizadora me invadiera y comencé a disfrutarlo, sin tener ningún tipo de pensamientos en mi cabeza.


*


— A veces me sorprende lo rara que eres, ¿Te sucede algo?

— ¿De qué hablas?

— Sharon, hoy empezaste muy mal y luego... Simplemente fue como si cambiaras de persona y de resto lo hiciste muy bien. —sonrió y quitó una venda que tenía en su pie izquierdo.

— Solo me distraje, estoy bien. —encogí un poco mis hombros— ¿Qué te sucedió?

— Oh... Solo trate de llamar la atención de Jeongyeon y no resultó tan bien.

— ¿Por qué no simplemente le dices que te gusta? —pregunté y ella solo me miró, como si estuviese procesando mis palabras.

— De ser así ya no podría acostarme contigo. —dijo y acercó un poco su rostro al mío, chocando su lenta respiración contra mí.

— No siempre vamos a tenernos, Nayeon, lo sabes. —fruncí un poco mi entrecejo y ella rozó la punta de su nariz por mis labios.

—  ¿Eso piensas realmente?  

— Bien, aunque... Debo irme, quedé en ver a...

— Sharon, sé que no será para siempre, pero me gusta aprovechar de los momentos... —susurró y comenzó a besar mi cuello de una forma lenta, deslizando su lengua hasta llegar a mis labios.

Suspiré con fuerza ante eso, al diablo. Tomé su rostro y comencé a besarla, no podía mentir, sus labios era suaves y muy agradables.

Estás hermosa, Mina.

La voz de Chaeyoung resonó en mi cabeza en ese momento, quitándome toda la inspiración mientras besaba a Nayeon y traté de alejarla, pero sus manos se adentraron debajo de mi camisa y sentí una leve punzada en mi pecho, ¿Debería irme? No. Chaeyoung solo era mi mejor amiga y no me vería como algo más, sé que es así. Ella podía esperar un momento más, así como yo esperé durante 10 años.


Traté de quitarme el lápiz labial de Nayeon, había dejado un tenue camino por mi cuello y mi piel solo terminó por tornarse un poco más roja al frotarla contra una servilleta.

— Maldición. —susurré y aventé la servilleta en el bote de basura antes de subir por completo el cierre de mi chaqueta, tratando así de cubrirme un poco más aquella marca.

Caminé de prisa, ya llevaba más de quince minutos de retraso y ni siquiera me tomé la molestia de escribirle a Chaeyoung, simplemente no encontré una excusa.

— ¿Estabas ocupada? —preguntó al estar sentada frente a ella, pero de pronto señaló mi cuello llena de asombro— ¿Estabas...?

— Lo lamento, Chae. —fue lo único que dije, trate de cubrirme un poco más, algo incómoda. Chaeyoung esperó un momento más, pero al notar que decidí no responder a su pregunta suspiró.

— Necesito tu ayuda...

— ¿Ocurrió algo? —pregunté al ver su semblante triste.

— Quiero preparar algo para Sana esta noche, quiero... Hablar con ella. —bajo su mirada durante un momento y volvió a suspirar antes de mirarme— Mina, necesito saber qué sucede...

Mantuve silencio durante un momento, su rostro decaído me dio a entender lo mucho que esa chica le importaba.

— Solo has algo sencillo, no lo pienses tanto, Chae... Si preparas algo grande tal vez se sienta presionada. —comenté de forma baja sin mirarla, solo observé la taza de café que tenía en sus manos.

— Tengo esto. —sacó una pequeña caja de su chaqueta y la abrió, mostrándome un sencillo pero hermoso collar plateado— ¿Crees que le guste?

— Sin duda, es lindo. —trate de sonreír pero por alguna razón no pude hacerlo y solo desvié la mirada durante un momento.

— Disculpa, ¿Estás bien? Lamento si todos mis problemas...

— Estoy bien. —la interrumpí. Esta vez curve mis labios con una pequeña sonrisa y tomé sus manos sobre la mesa, eran muy suaves— Siempre estaré dispuesta a ayudarte, sin importar qué.

Ni siquiera mis sentimientos.



Es corto. Tal vez les suba otro capítulo... Uno bien interesante. Tal vez :v

Black and White; MICHAENGTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang