Capítulo 03

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Chaeyoung.

Sentí repentinamente algo cálido y húmedo recorrer parte de mi cuello, fue una sensación bastante agradable y mentiría si dijera que no me pareció excitante, suspiré sonoramente aún sin abrir los ojos y sonreí de forma corta al sentir ahora la opresión momentánea en mi piel cuando decidió dejar una mordida.

— ¿Ni siquiera por eso decides abrir los ojos? —preguntó y sentí su risa chocar contra mi cuello.

— No... Pero continua, me gusta lo que haces. —conseguí decir en un susurro.

— Chae, tus padres se han ido y nosotras debemos ir a la academia. Llegaremos tarde.

— Pero me estás distrayendo, quiero decir, ¿No puedes despertarme de otra manera?

Sana volvió a reír y abrí mis ojos nuevamente, noté que su cabello estaba un poco alborotado pero aún así lucía muy hermosa, como siempre solía estarlo. Sonreí y acerque mis labios a los suyos cuando decidí besarla y ella aceptó gustosa.

— Ya, vamos. No podemos llegar tarde.

Me senté en la cama y seguí con la mirada a mi novia mientras iba hacia el baño, solo llevaba puesta su ropa interior y admiré la blanca y suave piel de cuerpo antes de levantarme e ir junto con ella. De todas formas llegaríamos tarde y yo solo ayudaría a ahorrar un poco más de tiempo al ducharme con ella... Tal vez.


*


—Vaya, al parecer la sexy profesora Minatozaki se quedó contigo anoche. —cuestionó la chica a mi lado y yo solo la miré con un semblante serio.

Genial. 

Había tardado mucho en decírmelo, sus bromas siempre eran las mismas y aún así no había podido acostumbrarme a ellas, tampoco quería hacerlo.

— ¿Disculpa? —pregunté y levanté una de mis cejas, muy confundida.

— No te enojes, solo decía... —susurró bajando la mirada, pero segundos después volví a escuchar su voz un poco más cerca de mi oído— Pero ya dime, Chae... ¿Qué tal es en la cama? —preguntó con descaro al mirarme nuevamente.

— ¡¿Qué?! Pero... —suspiré y traté de ocultar mi enojo al reír sin ninguna pizca de gracia— ¡¿Qué pasa contigo, Eunha?!

— ¡Lo siento! Pero es tan inevitable, entiende... Tienes a la mujer más sexy de la academia y mi curiosidad es enorme. —dijo con asombro y luego solo comenzó a sonreír de forma tonta.

— Es mi novia, ¿Por qué debería importarte? Además, creo que deberías prestarle más atención a otra persona. —señalé con mis labios a aquella chica a una poca distancia de nosotras.

Eunha volteó ante mi gesto y sus ojos se abrieron como platos para luego rápidamente tratar de ocultarse debajo de la mesa... Pero no le resultó muy bien.

— Mierda, que no me vea, que no me vea en estos momentos. —dijo con desespero. Yo solo sonreí muy ampliamente... Mi venganza.

— Eres tan graciosa... No deberías esconderte... ¡Eunha! —grité su nombre a propósito y la chica que buscaba con desespero a la recién mencionada, rápidamente apresuró su andar hacía nosotras al escucharme.

— Estuve buscándote, amor. —dijo y Eunha sonrió inocentemente antes de levantarse. Aliso su vestido y aceptó el agarre de su novia cuando enlazaron sus dedos.

— ¿En serio? Lo siento, estaba... Ocupada.

Sowon negó con su cabeza mientras sonreía, yo solo traté de reprimir mi risa al ver el gesto serio que me dio Eunha antes de irse con ella, ¡Qué chica! No entiendo cómo pueden permanecer en una relación si no se sienten seguros, además, sobre todo si hablan sobre otra persona que no es precisamente su pareja, simplemente no lo entiendo.

La campana sonó en ese momento, aun no había terminado de comer pero muy poco me importó, por alguna razón no tenía apetito así que sin más me levanté para ir al salón. El pasillo nuevamente era un caos, todos corrían para ir a sus próximas clases y yo solo traté de hacerme a un lado para no tropezar con alguno de ellos, pero al parecer todos se pusieron de acuerdo para interponerse en mi camino como unos salvajes. 

— ¡Oye! —grité al chico que chocó su hombro contra mí y se fue sin siquiera decir nada.  

Giré sin pensar mi cabeza y noté de inmediato que me había detenido justo enfrente del salón de Sana. Decidí entrar sin pensarlo mucho, de todas formas aún me quedaban algunos minutos libres ya que la profesora solía entrar quince minutos después de la campana y logré ver a Sana de pie frente a un lienzo junto con Tzuyu.

— Con un simple punto no logro saber que transmites. —dijo de manera firme al observar el cuadro frente a ella y en efecto, solo había un muy pequeño punto de color negro en la tela.

— Un punto puede decir muchas cosas. —respondió en voz baja sin siquiera mirarla o notar incluso mi presencia.

— Exacto, como cuando tu novia responde un mensaje y al final coloca un punto, inmediatamente piensas que está enojada. —dije mientras me acercaba y ambas voltearon al mirarme fijamente, pero ninguna rió ante mi intento de broma. Incómodo— ¿No? Solo... Fue un chiste...

— Son, ¿No deberías estar en clases? —preguntó Sana al cruzar los brazos sobre su pecho.

— Yo... Sí, solo vine por curiosidad.

Sana negó con su cabeza y Tzuyu solo bajó la mirada otra vez, algo incómoda gracias a mi presencia al parecer, así que di media vuelta y caminé hacia la salida nuevamente, pero antes de irme, volví a mirarla y Sana lanzó un beso hacia mi dirección antes de volver su atención a su aprendiz. Mi sonrisa no pudo ser más grande en ese momento.

De vuelta al salón de clases, el pasillo ahora se encontraba más calmado, solo muy pocas personas caminaban por él pero esta vez sin ninguna prisa y agradecí mentalmente que fuese así. Había muchos carteles pegados en la pared, algunos nuevos, otros no tanto pero solo uno logró llamar mi atención.

— No tiene ni un rayón, así que... Esto no estaba aquí antes. —cuestioné al verlo y comencé a leerlo.


"Concurso de arte.

Mañana por la tarde solo cinco alumnos serán seleccionados, ¿Quieres ser uno de ellos? ¡Inscríbete! Puedes ser el ganador y disfrutar del gran concurso en Corea."


— ¿Corea? —pregunté, muy sorprendida y de manera inconsciente una sonrisa apreció en mis labios.

— Deberías inscribirte cuanto antes, así no pierdes más tiempo de llegar tarde a mi clase, ¿No te parece, Son?

Mi cuerpo se tensó al oír aquella voz y giré lentamente hasta encontrarme con la profesora, Park Jihyo.

Genial.

— L-lo lamento, yo solo...

— ¡Entra de una vez! —señaló el salón y mi cuerpo se encogió un poco ante su grito, pero luego me mostró una mirada un poco más amigable y sonrió— Pero hablo en serio, deberías concursar, eres muy talentosa y puede que ganes un lugar.

— ¿Debería? —pregunté, algo insegura todavía.

— Por supuesto. Solo deja de ser tan despistada y asunto resuelto.

Su voz sonó ahora como si de una madre se tratase, ¿Era bipolar? Su grito aún seguía resonando en mis oídos y traté de sonreír, esta vez un poco más nerviosa y sin más entré al salón con muchos pensamientos rondando mi cabeza, ¿Debería inscribirme? ¿Tan importante era? Oh, claro que sí. Por supuesto que lo era. Tal vez sea una gran oportunidad, después de todo, las palabras de la profesora Park me llenaron de mucha confianza... ¿Debería pensarlo un poco más? En menos de cinco minutos ya tenía una respuesta bastante simple... Y es que no, no debería pensarlo ni un segundo más, ¡Estaba decido!

Solo era cuestión de ganar un lugar en el concurso, pero a decir verdad... Estaba completamente segura de que así seria. 

Volvería a Corea después de tantos años. 

Black and White; MICHAENGWhere stories live. Discover now